7/31/2015

"Cena con Amigos" en Librújula


Cena con amigos
Rodolfo Santullo y Marcos Vergara
Cazador de Ratas
84 págs. 13 €.

Siete amigos se reúnen para cenar y la velada estalla cuando Bernardo, el anfitrión, se propasa con una de sus invitadas. Las tres parejas abandonan la casa condenadas a discutir entre ellas, pero el principal drama va a llegar cuando Bernardo, completamente borracho, se duerma y se ahogue en la bañera. Ahora bien, ¿por qué había dos copas de alcohol en el baño? Un convincente relato intimista que realiza un guiño al género negro y que se presenta con Rodolfo Santullo en el guión y Marcos Vergara en las labores ilustradoras.          

7/30/2015

"Dengue" en el blog de Humanoids

Dengue: A look behind the fever

Friday, July 24, 2015

It's often said that science-fiction is merely a reflection of our current society, a filter to examine current concerns and issues. That being the case, Rodolfo Santullo and Matías Bergara's Dengue couldn't be more relevant today. With climate change creating ever more extreme weather across the globe, it's almost inevitable that storytellers have started exploring this subject. But Santullo and Bergara's approach is far more subtle and sophisticated than the typical eco-disaster movies of 2012 or The Day After Tomorrow. Instead they looked at the more pragmatic results of an increasingly warming Montevideo, their home city—namely the increased risk of disease.
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While other recent outbreaks, like the headline-grabbing Ebola in Africa in 2014/2015, attract more attention, dengue, or "bonebreaker fever," still manages to hospitalize around half a million people every year. While not nearly as fatal as Ebola (only 2.5% of all victims die) there is similarly no known cure and infection rates are growing. Once only found in the tropics, in recent years there have been dengue outbreaks in Florida and Portugal, thanks to rising temperatures, increased rainfall, and rapid unplanned urbanization. The interesting element of dengue is that contracting it once doesn't necessarily provide immunity. It's possible to contract other strains, which can make symptoms even worse and it's this starting point that forms the crux of Santullo's story.
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Into this tense environment Santullo and Bergara introduce us to a sarcastic, jaded yet indefatigable cop, Sergeant Pronzini, and an ambitious TV journalist, Valeria Bonilla, as they try and resolve not only the mystery of thrice-infected dengue victims, but also the apparent conspiracy that keeps the city fearfully locked indoors, away from the epidemic. This original combination of police procedural, political conspiracy thriller, and science-fiction adventure mellifluously blend into a unique, and humorous, tale that rattles along at a pace. No wonder Spider-Man/Deadpool writer Joe Kelly calls it "a cool book" and screenwriter of AI: Artificial Intelligence, Ian Watson, agrees that it's "a powerful and deadly cocktail!"

Creators, Santullo and Bergara are part of the new wave of South American comic creators, such as Eduardo Risso, Gabrial Ba, and Fabio Moon, who are making big waves outside of their continent. Mexican-born Uruguayan writer, Santullo is a prose novelist, journalist, and the author of over 12 graphic novels, including two earlier black and white, historical books, illustrated by Bergara; The Last Days of The Graf Spee (2008) and Act of War (2010). The former graphic novel won the pair the First Prize in 2009's prestigious JC Onetti literary awards. Bergara has gone on to work on several major US comics, illustrating Sons of Anarchy for Boom! Studios, as well as stints on Scott Snyder and Stephen King's American Vampire.
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But it's Dengue, the creative duo's first English language translation, that sees them really spreading their mosquito-like wings—telling a sophisticated, multi-layered tale full of fear, hope, and laughs against seemingly insurmountable odds. Fortunately in the real world, progress is being made with pest control trials in Brazil in 2013 appearing to suppress dengue-carrying Aedes aegypti or yellow fever mosquito by 96%. The battle between man and mosquito goes on. Whether we'll ever be able to live in harmony will have to be seen… bzzz…bzzzz… *smack*

7/29/2015

"Causas Perdidas" en Página 12

CAUSAS PERDIDAS (Federico Baert, Carlos Aón y Lara Lee / LocoRabia/Grupo Belerofonte)
A Baert los lectores locales pueden tenerlo presente por su paso por el colectivo digital Historietas Reales. Allí realizó –en varias tandas– una obra feroz: La danza de los condenados. Causas perdidas no es menos rabiosa y sus personajes están igual o más perdidos que aquellos. Aquí se cruza un puñado de almas desangeladas, apenas queribles e imposibles de redimir, con fracasos contundentes y adicciones inescapables. No es una historieta para paladares sensibles ni gusto por los dibujos a colores pastel. La gráfica de Aón acompaña el tono, en sus sombras hechas con tramas desmañadas, en la línea suelta y el coloreado (de Lee) que se desmarca de sus bordes o se balancea con manchas.

7/27/2015

"Dengue" en El Pais, entre hitos de la CF uruguaya

Esos viajes fantásticos

La ciencia ficción uruguaya tuvo un origen curioso en 1898. Hoy sus autores logran una mayor repercusión en el exterior que aquí.

19 jul 2015
LUIS PRATS
Un día, el escritor Pablo Dobrinin emprendió su propio viaje en el tiempo para conocer la historia de la ciencia ficción (CF) en el Uruguay. En vez de la máquina victoriana de H. G. Wells, utilizó sus zapatos para recorrer librerías de usados y el teléfono para rastrear a sus autores, un tarea enorme estimulada solamente por su entusiasmo hacia el tema.
De ese viaje fantástico, que luego divulgó en la revista digital argentina Axxon, descubrió que el primer autor criollo de CF no fue un escritor celebrado ni anónimo, sino el empresario Francisco Piria, quien pretendía brindar una visión utópica de estas tierras con El socialismo triunfante. Lo que será mi país en 200 años, publicado en 1898. La esencia del argumento: un uruguayo del siglo XIX se acuesta en una caja de cristal, toma el contenido de un frasco entregado por un faquir en la India y se despierta en 2098 para encontrarse un Uruguay diferente.
Lleno de errores y contradicciones (el propio Piria nunca fue socialista), ese libro quedó como antecedente, acaso curioso, de un género que vive y lucha en ese Uruguay del siglo XXI, impulsado por el rayo mágico de la pasión que une a Dobrinin, sus colegas y sus lectores. Es difícil determinar el número de escritores de CF en el país, porque no todos llegaron a publicar, pero se estima que son entre 20 y 30. Las ventas pocas veces los recompensaron, pero en contrapartida varios han logrado trascender en el exterior.
"El público uruguayo no acompaña (si hablamos de ventas) ni a la literatura, ni a la literatura uruguaya, ni mucho menos a la ciencia ficción local. Las tiradas de algunos buenos libros de esos autores han sido ínfimas", comenta el periodista cultural Elvio Gandolfo, autor del prólogo de Ruido blanco 3, recopilación de relatos de origen nacional que representa una de las escasas novedades 2015 del género.
Dejando de lado la curiosidad de Piria, el primer gran nombre de la CF nacional fue Horacio Quiroga, quien en 1910 publicó la breve novela El hombre artificial, inspirada claramente en el mito de Frankenstein: un ser fabricado en un laboratorio por tres científicos, uno ruso, otro italiano y el tercero argentino (el libro se lanzó inicialmente en Buenos Aires).
Después, un largo vacío intelestelar que no se llenó ni en las eras de oro y plata de la CF en el mundo, períodos que abarcan desde las viejas historietas en papel barato hasta las primeras películas sobre ovnis y marcianos. Recién en 1976, con El Planeta Arreit, de Horacio Terra Arocena, resurgió el tema. Dobrinin, en su investigación, encontró que solo desde la aparición de tres escritores "pioneros", es decir, los primeros que tenían conciencia del género que cultivaban —Carlos María Federici, Tarik Carson y Gabriel Mainero— Uruguay comenzó a figurar en antologías y revistas del exterior.
La segunda generación importante surgió en torno a Roberto Bayeto y la revista Diaspar (tres números impresos desde 1989 a 1995), a autores como Ramiro Sanchiz, Pablo Rodríguez, Claudio Pastrana y el propio Dobrinin, entre otros. Además de sus libros personales, lograron publicar en antologías y revistas de España, Italia, Francia y Argentina.
Ana Solari, Natalia Mardero y Pedra Peña son otros autores reconocidos en el medio, además de uruguayos radicados en el exterior, como Lucas Moreno y Federico Fernández Giordano.
Así como autores uruguayos se leen en el exterior, la revista Tigre 17, editada por la Universidad Stendhal de Grenoble (Francia) presentó en 2009 un amplio informe sobre la CF en el Río de la Plata. Otro libro de 2004, Latin American Science Fiction Writers, an A to Z guide, de Darrel B. Lockhart, menciona en Uruguay a Mario Levrero y Ana Solari. Señales que existe interés por la producción local.
El cómic y la ilustración son otras dos vertientes del género, siempre con mucho más mercado en el exterior que en casa. Y para completar el panorama, se está rodando Fiesta Nibiru, un largometraje de CF a cargo del director Manolo Facal.

Géneros.

Carlos María Federici es un referente en literatura policial, fantástica y de CF en el país. "En 1968 se produjo mi debut en el género, cuando mi cuento Primera Necesidad apareció en la hoy legendaria revista barcelonesa Nueva Dimensión", recuerda. Esta publicación le abrió las puertas a otros mercados de Europa, como Bélgica, Suecia, Italia y Finlandia, aunque en pequeña escala. En Uruguay no se le conoció hasta muchos años después
"Decididamente, y sin que esto implique crítica o censura alguna de mi parte, siempre obtuve mejor repercusión en el extranjero", admite. Justamente su primera novela, La orilla roja (un policial de corte clásico), se publicó en Argentina en 1972.
"Desde mis comienzos —y no vacilo en reconocerlo sin ambages— he sido un típico escritor de géneros, entendiéndose por tal el que apoya su escritura en golpes de efecto, finales sorpresivos y (me lo han reprochado alguna vez) adjetivación profusa, con el objetivo primordial de entretener al lector. Dijo una vez mi buen amigo Ruben Loza Aguerrebere que posiblemente la principal motivación del escritor para consagrarse a ese tipo de trabajo sea una básica disconformidad con su medio ambiente cotidiano. Siempre estuve de acuerdo, y con mucha mayor razón se aplica el concepto cuando uno se decide por un género que discurre por terrenos de fantasía y seudorrealidades", comenta.
Una de las poquísimas mujeres que producen CF es Ana Solari, escritora, docente y periodista cultural. "A mi padre le gustaba mucho la ciencia ficción y yo lo seguí. En casa siempre se leyó mucho y había conversaciones sobre todos los temas", cuenta sobre el origen de esa vocación.
Solari se inspira para sus obras en paisajes, sobre todo campos o pequeños pueblos, donde se producen aventuras que en el fondo se refieren a la moralidad de sus personajes: hasta qué punto mantienen sus principios a riesgo de su propia vida. "La ciencia ficción es una variante del romanticismo. Hay dos ciencia ficción, la mala, la que habla de monstruitos, y la que encierra un viaje filosófico o sociológico, desde un punto de vista más pesimista o más optimista", explica.

Distinciones.

En 2012, el escritor y periodista de El País Renzo Rossello publicó Las Furias. "Cuando lo escribí estaba pensando mucho en algunos de los temas contemporáneos que nos vienen pasando por arriba, como el uso de las tecnologías para ejercer más dominio, el desarrollo de la biotecnología, el transhumanismo, las nuevas teologías, en fin, temas que para alguien de una generación pre Internet plantean muchas dudas. Pero como yo no soy un filósofo, solo un narrador, tiendo a pensar con historias más que con ideas, Y así salió el libro", comenta.
Asegura que la repercusión fue "absolutamente escasa, por supuesto". "Lo bueno de escribir ficción en este país es la garantía del anonimato, y tratándose de ciencia ficción, doble anonimato. Supongo que algo gustó porque el libro tuvo el tercer lugar en el Premio Nacional de Literatura", recuerda.
La novela Ur, publicada por Leandro Delgado en 2013, fue ternada para el premio Bartolomé Hidalgo. "Nunca lo pensé como un mérito para la ciencia ficción, pero quizá sea cierto —dice el autor—. Pero si fue distinguida no lo fue por su género. En todo caso eso pudo haber actuado como un demérito. Creo que fue distinguida por una preocupación especial de mi parte por el lenguaje que, por algún motivo, la ciencia ficción me habilitaba para sofisticar hasta el delirio, lo cual tampoco, creo, fue muy bien visto por los ortodoxos, tan apegados a la anécdota o a la operación mental sagaz. En mi caso, mi obsesión eran el lenguaje y el delirio de ese lenguaje y el sonido de ese lenguaje. Ur es para leer en voz alta y allí surge otra realidad inadvertida y distinta a la lectura silenciosa, a mi entender", explica.

Imaginación.

Cuando tenía 13 años, los padres de Ramiro Sanchiz le regalaron La edad del futuro, un compilado de Isaac Asimov. "Quedé fascinado con la ciencia ficción y la divulgación científica, y quise practicar ambos géneros pero, evidentemente, el primero era el que estaba más a mano". Las ganas de imitar a Asimov fueron la primera razón para escribir. "Después, las posibilidades que da el género a la hora de ponerse a imaginar mundos y criaturas. Y, más tarde, el rechazo a las formas simples de realismo, muy especialmente las vernáculas", cuenta.
De sus libros, recuerda que La vista desde el puente (2011) no gustó mucho al principio. "Después fueron apareciendo lectores muy interesados y terminó siendo el único de mis libros sobre el que se han escrito artículos a nivel académico. Una vez un militante de la nación charrúa me dijo que la había disfrutado mucho y que sentía que con esa novela yo me hermanaba con su causa. Todavía no puedo entender por qué o cómo es posible esa lectura, pero me alegró que me lo dijera", asegura.

Hay un Flash Gordon local.

Carlos Federici es autor de la historieta Jet Gálvez, un astronauta de los Centinelas del Cosmos. El personaje fue creado siguiendo la estética y los principios éticos de los maestros del cómic estadounidense de la década de 1950. Con el apoyo del dibujante William Gezzio, se publicó en la revista Patatín y Patatán en los 80. Y de la mano del periodista Matías Castro, Jet Gálvez regresó para la edición de Montevideo Comics en 2013.

Historieta, novela y hasta juego.

Ana Solari es autora, entre otros relatos, de la serie Zack, un libro de cuentos y una novela con el mismo personaje, un científico en medio de una catástrofe tecnológica que deja apenas porciones de mundo desconectadas entre sí mientras él sale a buscar a un amigo. "Es una historia on the road", explica. También incursionó en el cómic, con Suburbia, publicado con dibujos de Martín Ansin en la desaparecida revista Posdata. Está proyectada una versión en novela de este trabajo, que tiene como escenario el Oeste montevideano en el año 2057. "Para Internet pensamos en un juego on line, con un hipertexto, que mezcla ciencia ficción con novela policial. Rada iba a cantar y Alberto Magnone iba a hacer la música", asegura.
También Zack cuenta con dibujos de Daniel Turcatti, "porque siempre me interesó la combinación de texto e ilustración", cuenta Solari.

DIBUJANTES.

En las grandes ligas.

A diferencia de los escritores, sobre todo los que hacen ciencia ficción, hay varios dibujantes uruguayos que pueden vivir de su trabajo produciendo para el exterior, aunque no siempre se traten de ilustraciones de este género.
Uno de ellos es Matías Bergara, autor de los dibujos de Dengue, una novela gráfica escrita por Rodolfo Santullo (la ilustración que abre esta nota pertenece a la tapa de la nueva edición).
El trabajo tuvo gran éxito en el país y el exterior. El prólogo lo escribió Ian Watson, guionista de Steven Spielberg. "Hace poco la editorial Humanoids de Francia pidió los derechos para reeditarlo en francés, inglés (una traducción que hice yo) y japonés. Tiene potencial de adaptación a cine o TV, y también queremos encontrarle una ocasional salida por ese lado", cuenta Bergara.
El ilustrador publica en varias editoriales internacionales, sobre todo en los géneros policial y de fantasía, aunque la ciencia ficción (CF) es uno de los que más le interesa. Tanto trabajo tiene que ha debido rechazar propuestas de importantes empresas.
Luego de su trabajo con Ana Solari en Suburbia, Martín Ansin no volvió a producir historietas, aunque sí ilustraciones de ciencia ficción, además de publicidad. "No es que me haya dejado de interesar, pero el cómic consume mucho tiempo. La ciencia ficción en el cómic te da la oportunidad de imaginar lo que quieras", explica. Su especialidad ahora son los pósters oficiales de grandes producciones de Hollywood, como Alien, Tron o El Planeta de los Simios, que se venden en ediciones limitadas dirigidas a los coleccionistas. "Es súper importante que conectes con el fan", sostiene.
El artista uruguayo radicado en Londres Alejandro Colucci ilustró las tapas de prestigiosas obras de CF, como La guerra de los mundos, de H. G. Wells, varios de J. G. Ballard (Crash, El mundo sumergido, El mundo de cristal), Ursula K. Le Guin, Orson Scott Card o William Gibson. También creó una tapa para la revista ScifiWorld sobre el film de culto Blade Runner. Sin embargo, no tuvo la oportunidad de publicar para autores compatriotas de CF, aunque sí en el género fantástico. "Llegué a hacer una nueva portada para Umbral de las tinieblas, de mi amigo Carlos Federici, pero no llegó a editarse", indica.

¿Ciencia ficción a la uruguaya o solo escrita por uruguayos?

En la novela La vista desde el puente, de Ramiro Sanchiz, Artigas no se fue al Paraguay, los charrúas no fueron exterminados y el país abarca Entre Ríos, Corrientes y Rio Grande. Pero es una de las excepciones: la ciencia ficción escrita por uruguayos contienen pocas referencias locales, generalmente solapadas o disfrazadas. "Lo importante es que los relatos funcionan sin problemas en distintos países. Y lo fundamental es que se haga buena literatura", asegura Pablo Dobrinin. "Quien escribe debe aspirar a un alcance universal. El mundo, ya es sabido, está cada día más globalizado, y por ende las diferencias vernáculas se disuelven", sostiene en tanto Carlos Federici.
Para Leandro Delgado, "este no es un país de grandes avances científicos, por lo cual no da lugar a grandes especulaciones, que las hubo, principalmente a principios del siglo XX y sobre todo en Argentina". "Las referencias locales —dice Renzo Rossello— existen pero muy atenuadas, porque sentí que tenía que hacer algo distinto a cuando escribo en el género negro o policial, donde los códigos locales deberían ser más reconocibles para tener una pintura de ambiente más verosímil".

De Argentina a Eslovenia.

Pablo Dobrinin escribe literatura fantástica y ciencia ficción desde su infancia. Muchos de sus relatos fueron publicados en antologías y revistas especializadas de Argentina, Francia, España, Uruguay e Italia. En 2011 editó en Argentina Colores peligrosos, una selección de sus mejores trabajos. Como se agotó rápidamente, un año más tarde salió en Uruguay a través del sello El gato de Ulthar. Y en 2015 vendió los derechos del libro a Eslovenia. Ahora trabaja —siempre en Montevideo— en un nuevo libro de relatos, mientras sigue publicando regularmente en revistas extranjeras. "Me gusta la ciencia ficción porque te permite considerar temas de nuestra realidad desde otra óptica", asegura.

7/25/2015

"Cena con amigos" en Blisstopic

Cena con amigos  

Cena con amigos

Rodolfo Santullo y Marcos Vergara

Cazador de Ratas
7,5


"Cena con amigos" comienza y acaba casi con la misma viñeta, dos viñetas que reproducimos aquí abajo. Entre las dos ha pasado un año y un componente de ese grupo de amigos falta. Nos referimos a Bernardo, el mejor amigo de Christian, el protagonista auténtico de esta historia, que muere en su casa borracho en un accidente (se queda dormido en la bañera y se ahoga). Entre las dos viñetas, Rodolfo Santullo (mejicano con residencia en Uruguay, colaborador de Blisstopic y guionista de cómics como "Acto de Guerra" o "Señor Invierno") y Marcos Vergara (argentino, autor de obras como "Mutantes Bukowski" o "Aquí mismo" y editor de Loca Rabia), compusieron un cómic en 2009 sobre la amistad y esos pequeños engaños a los que nos sometemos cada día para no romper esos lazos. La dupla Santullo-Vergara volvería a colaborar en "Valizas" (2010) y "La Comunidad" (2013). Ahora, en 2015, La editorial española Cazador de Ratas recupera esta pequeña gran novela gráfica que podréis adquirir en su página web

Cena con amigos

En esta cena con amigos, Bernardo vuelve a hacer el capullo al meterle mano a su amiga Cinthia en la fiesta de inauguración de su nuevo piso. No es la primera vez que Bernardo se permite esa "libertades" con sus amigas. También la cagó con su ex Marcella, que ahora sale con su amigo Christian, y con la novia de su amigo Jorge, Silvia. Todos piensan que es un "pelotudo", menos Christian, que sigue queriéndole aunque no para de insistirle una y otra vez que comience a madurar. Cuando Bernardo muere, solo Christian le vela solo en el Tanatorio. A nadie le caía bien Bernardo, pero le soportaban porque era el mejor amigo de Christian, la única persona que todavía mantiene unido a este grupo. Santullo y Vergara nos van narrando diferentes etapas de la vida de esta cuadrilla de amigos que podría ser la tuya (el gracioso, el ligón, el comprensivo, el nuevo, la mosquita muerta, etc...) en diversos flashbacks que aportan información crucial, sobre todo cuando un inspector de policía acude a Christian extrañado con el caso (que está cerrado como accidente), ya que había dos copas con vino en el cuarto de baño donde Bernardo se murió. Una nota de misterio justa para que comencemos a buscar pistas ocultas en esos recuerdos que se van intercalando entre la trama. Una magnífica novela gráfica que te atrapa desde su primera viñeta, o primer chiste. 

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7/22/2015

"Cena con amigos" en Culturamas

Cena con amigos

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cenaconamigos01Por Jaime Valero

Los grupos de amigos son un objeto de estudio fabuloso tanto para los profesionales de las ciencias sociales como para los escritores de ficción. Permiten adentrarse en la psicología de cada individuo, analizar el rol que adopta cada uno dentro del grupo y examinar las tensiones latentes que se generan entre sus miembros, y que muchas veces solo necesitan de una pequeña chispa para que todo estalle por los aires y se monte el drama necesario para toda buena obra narrativa. En el caso del cómic que hoy nos ocupa, esa chispa se enciende durante una cena. Bernardo acaba de mudarse y reúne a sus amigos a la mesa para inaugurar su piso en buena compañía. Fluyen las viandas y los licores, sobre todo esto último, también los chistes de su mejor amigo, Cristian, que serán una constante durante la narración, y de repente, llevado por unos instintos primarios de los que sabremos más conforme avance la lectura, Bernardo se propasa con la novia del celoso Germán. El consecuente enfado es monumental, y las tensiones latentes que flotan en el grupo comienzan a salir a la superficie, hasta que una muerte inesperada termina por desatar los acontecimientos de esta interesantísima novela gráfica.
Cena con amigos es el primer cómic del guionista Rodolfo Santullo (Mexico D. F., 1979) que desembarca en España, y en él se nos descubre como un escritor capaz de contarnos muchas cosas y de definir a sus personajes con una envidiable economía narrativa. Destaca también por su fino oído a la hora de plasmar el habla coloquial, y por la espontaneidad con que factura los diálogos. La obra es un slice of life que aborda múltiples temas. Uno de ellos es la resistencia del individuo a abrazar la madurez que cabría esperar por su edad. Otro, los finos cimientos que mantienen en pie la amistad, y el esfuerzo que supone no derrumbarlos, aunque ello implique tragarse ciertos sucesos escabrosos capaces de separar incluso a los más íntimos amigos. Todo ello viene regado por varios dejes de humor que suavizan la intensidad de algunos pasajes, y por un puntito de misterio que nos remite al género negro que Santullo cultiva en sus obras en prosa. El cómic queda redondeado por el trabajo del dibujante Marcos Vergara, que en un primer acercamiento puede parecer poco vistoso, pero cuando el lector se adentra en la trama resulta perfecto para complementar la información otorgada por el guionista. Especialmente en lo que respecta al perfil de los personajes, que ya solo por su aspecto, vestimenta y expresividad quedan retratados con mucho detalle.

cenaconamigos02Atentos como solemos estar al cómic norteamericano, europeo, japonés o nacional, a veces se nos olvida dirigir la mirada hacia Sudamérica, cuya tradición historietística se cuenta sin lugar a dudas entre las mejores del mundo. Es de agradecer, por tanto, que la gente de Cazador de Ratas haya puesto el radar sobre este joven guionista del que confío podamos ver pronto más cómics editados en España. Al frente de la editora Grupo Belerofonte, Santullo ha firmado obras de diversos géneros como Dengue, Los últimos días del Graf Spee y Acto de guerra, y tras el buen sabor de boca dejado por Cena con amigos, estoy deseando catarlas.

Ficha Técnica
Título: Cena con amigos
Autores: Rodolfo Santullo y Marcos Vergara
Editorial: Cazador de Ratas
Encuadernación: Rústica
Páginas: 84
Precio: 13€

7/05/2015

"Cena con Amigos" en Libros Prohibidos

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R. Santullo y M. Vergara: Cena con amigos

Guión: Rodolfo Santullo
Ilustraciones: Marcos Vergara
Año: 2009
Editorial: Cazador de ratas (2015)
Género: Cómic
Valoración: Recomendable
Hace unas cuantas semanas, entramos en contacto con una editorial gaditana de reciente creación, Cazador de ratas (gracias por el ejemplar, por cierto), cuyo proyecto viene con mucho empuje. Desde aquí queremos darle todo nuestro apoyo, aunque, como bien saben nuestros lectores, nosotros no nos casamos con nadie.
Cena con amigos relata la historia de un grupo de colegas que se conocen desde secundaria y que, al crecer y evolucionar sus respectivas vidas, sufren los inevitables cambios. Esta crisis de paso a la madurez, o más bien paso a los problemas de la vida adulta, se verá sacudida con los hechos ocurridos en una cena donde están todos presentes.
Lo primero que llama la atención de este cómic es su estructura rota, llena de aristas, de flashbacks y de saltos al vacío. No por ser un tebeo (me encanta y añoro esta palabra) su lectura es simple del punto A al C pasando, a lo mejor, por B, sino que busca constantemente acaparar la atención del lector con sus filigranas. A veces basta con observar más de la cuenta el detalle de las ilustraciones (muy ricas y variadas todo el libro, por cierto), para perderse. Pero que nadie se preocupe, que es fácil volver a encontrarse. Y es que este cómic tiene alma de novela experimental, o de película alternativa.
Otro punto a favor: la cercanía del relato, su verosimilitud. Cena con amigos de verdad parece una cena con amigos, en un perfecto retrato de la evolución de un grupo (o barra, según el vocabulario uruguayo) unido desde hace muchos años. SI bien es cierto que la historia que se relata se sale un poco de lo normal, en absoluto abandona esa aureola de autenticidad. De hecho, conozco grupos donde han ocurrido cosas bastante más increíbles.
A mí, en particular, como franco-español, me ha cautivado el contacto con el lenguaje coloquial uruguayo que se despliega con toda su naturalidad en Cena con amigos. He de reconocer que al principio me fue difícil seguirlo, pero es algo que duró un par de páginas.
cena-amigos-Libros-ProhibidosY ahora la pega (sí, siempre hay pega). Alguno me va a tachar de puritano, pero me da lo mismo. En esta obra se recurre a la imagen idealizada de ellas a diferencia de ellos. Los chicos pierden pelo y ganan en barriga, pero las chicas están todas estupendas. Como a hombre al que le gustan (mucho) las mujeres, entiendo que esto ocurra, pero no deja de quedarme ese regusto de rancio cánon de belleza machista y execrable que tanto daño hace a la mujer y a nuestra sociedad. Ya sé que esto no es algo nuevo ni único en este cómic (más bien todo lo contrario), pero me veo en la obligación de, como mínimo, señalarlo. Vamos, que no debería ser lo normal.
Dicho esto, sólo me queda recomendar con gusto este tebeo, que se lee en un (buen) rato.