Lectores Unidos
No está de más señalar la inauguración del interesantísimo blog "Club de Catadores" donde un talentoso grupo de escritores (Leonardo Cabrera, Damián González Bertolino, Pedro Peña, Ignacio Fernández de Palleja y Leonardo De León) reseñan libros a troche y moche:
http://clubdecatadores.wordpress.com/
1/19/2010
Reseña de "Gladiador" y "Cena con Amigos" en la diaria
Amigos reales y gladiadores que vuelven
Cómic. "Gladiador", de Ricardo Ferrari y Óscar Capristo y "Cena con amigos", de Rodolfo Santullo y Marcos Vergara.
Una posible historia del cómic nacional a escribirse en los próximos años seguramente señalará el momento -hacia la mitad de la primera década del siglo XXI- en que la producción historietística emergió de las tinieblas del under y comenzó a arriesgarse a otra visibilidad, otra presencia. Mirando desde el borde de la década parecen configurarse, o volverse más reconocibles, ciertos cambios en las actitudes de los creadores (una brecha, en cierto modo, entre los historietistas formados en la década de 1980 y los que hicieron sus primeras armas a fines de los 90), nuevas modalidades de público (la supervivencia de una convención anual como Montevideo Comics es un buen ejemplo de ello) e iniciativas de financiación (por ejemplo, los Fondos Concursables del MEC) que permiten, quizá comprender un poco mejor las circunstancias que facilitan movidas como el reciente premio de historietas basadas en relatos de Onetti o la difusión que están alcanzado creadores como Renzo Vayra o la gente de la revista Cisplatino.
Es en este contexto que la editorial Belerofonte, dirigida por el escritor Rodolfo Santullo (Perro come perro, Las otras caras del verano, Cementerio norte), adquiere un rol de considerable importancia, no sólo por la calidad artística de sus producciones (Los últimos días del Graf Spee es quizá el ejemplo más claro) sino también por la pujanza con la que se propone y alcanza nuevos objetivos. Cena con amigos y Gladiador son dos de los últimos libros editados por Belerofonte, ambos publicados en colaboración con la editorial argentina Loco Rabia y presentados simultáneamente en Buenos Aires y Montevideo. Gladiador está escrita por Ricardo Ferrari e ilustrada por Oscar Capristo, ambos argentinos y veteranos de revistas como Heavy Metal, Fierro, Skorpio y Hora Cero; en un dinámico estilo gráfico con referencias al manga y en riguroso alto contraste, cuenta una variación -con salida- de la vieja historia de Chuang Tse, que tras una noche de vívidas flores y vuelos no podía determinar si era un hombre que había soñado que era una mariposa o una mariposa que había soñado toda su vida con ser un hombre. En la ficción de Ferrari y Capristo el gladiador Caladus Sempronio Albo se superpone a la vida de un asesino brutal juzgado por más de catorce homicidios; la defensa, por supuesto, sólo arriesga la carta de locura: el preso afirma ser un gladiador de las épocas del Imperio Romano y no hay manera fácil de saber si miente de modo descarado o si en verdad lo cree. Curiosamente, algo similar ocurre en ciertas páginas de VALIS, la novela definitiva de Philip K Dick, en la que un ciudadano de la Roma de los primeros años del cristianismo se fusiona con un escritor de ciencia-ficción de los años 70 del siglo XX.
El recurso del blanco y negro (que recuerda un poco a la legendaria Sin City, de Frank Miller) le va como anillo al dedo a esta historia breve y directa (alguna metáfora vinculada al combate cuerpo a cuerpo sería muy adecuada para caracterizar su tono narrativo) tramada en torno a oposiciones como ficción-realidad, pasado-presente, locura-cordura, verdad-mentira; el final, quizá un poco repentino, abre un contexto mayor -mucho mayor, de hecho- que resuelve la situación -o la complica aun más-.
Cena con amigos, escrita por Santullo y dibujada por Marcos Vergara (no confundir con Matías Bergara) es, a primera vista, un relato costumbrista centrado en un grupo de amigos, esas amistades que sobreviven a los años, a las diferencias de carácter, ideología u objetivos, y que incluyen siempre alguna historia de amor olvidada o tratada de olvidar. En este contexto hay una muerte: uno de los amigos aparece muerto en su bañera después de una cena con final tormentoso; la narración, que sigue las vidas de los seis amigos, sus pasados y sus encuentros, parece enroscarse en torno a un relato policial que nunca vemos con claridad. Es un acierto de Rodolfo Santullo este juego con los géneros narrativos, de hecho muy a la manera de otras de sus producciones, la ya mencionada novela gráfica Los últimos días del Graf Spee (en la que una trama de intriga a lo Hitchcock se articula con una narración a la manera de la novela histórica o, hilando más fino, con cierta ucronía sutil a la manera de Neal Stephenson, que también juega de un modo muy inteligente con la novela histórica, el policial y la ciencia-ficción), por ejemplo, o la novela Cementerio norte.
Cena con amigos fue originalmente publicada, en formato tira semanal, en el blog Historietas reales (www.historietasreales. wordpress.com), pero no sufre para nada su metamorfosis en libro; de hecho, los añadidos a esta edición, como los personajes dibujados por Max Aguirre para su prólogo y las “fotografías” del grupo de amigos en la primera página, retratados en momentos diversos de sus vidas, aportan una dimensionalidad extra a la historia.
Ramiro Sanchiz
Amigos reales y gladiadores que vuelven
Cómic. "Gladiador", de Ricardo Ferrari y Óscar Capristo y "Cena con amigos", de Rodolfo Santullo y Marcos Vergara.
Una posible historia del cómic nacional a escribirse en los próximos años seguramente señalará el momento -hacia la mitad de la primera década del siglo XXI- en que la producción historietística emergió de las tinieblas del under y comenzó a arriesgarse a otra visibilidad, otra presencia. Mirando desde el borde de la década parecen configurarse, o volverse más reconocibles, ciertos cambios en las actitudes de los creadores (una brecha, en cierto modo, entre los historietistas formados en la década de 1980 y los que hicieron sus primeras armas a fines de los 90), nuevas modalidades de público (la supervivencia de una convención anual como Montevideo Comics es un buen ejemplo de ello) e iniciativas de financiación (por ejemplo, los Fondos Concursables del MEC) que permiten, quizá comprender un poco mejor las circunstancias que facilitan movidas como el reciente premio de historietas basadas en relatos de Onetti o la difusión que están alcanzado creadores como Renzo Vayra o la gente de la revista Cisplatino.
Es en este contexto que la editorial Belerofonte, dirigida por el escritor Rodolfo Santullo (Perro come perro, Las otras caras del verano, Cementerio norte), adquiere un rol de considerable importancia, no sólo por la calidad artística de sus producciones (Los últimos días del Graf Spee es quizá el ejemplo más claro) sino también por la pujanza con la que se propone y alcanza nuevos objetivos. Cena con amigos y Gladiador son dos de los últimos libros editados por Belerofonte, ambos publicados en colaboración con la editorial argentina Loco Rabia y presentados simultáneamente en Buenos Aires y Montevideo. Gladiador está escrita por Ricardo Ferrari e ilustrada por Oscar Capristo, ambos argentinos y veteranos de revistas como Heavy Metal, Fierro, Skorpio y Hora Cero; en un dinámico estilo gráfico con referencias al manga y en riguroso alto contraste, cuenta una variación -con salida- de la vieja historia de Chuang Tse, que tras una noche de vívidas flores y vuelos no podía determinar si era un hombre que había soñado que era una mariposa o una mariposa que había soñado toda su vida con ser un hombre. En la ficción de Ferrari y Capristo el gladiador Caladus Sempronio Albo se superpone a la vida de un asesino brutal juzgado por más de catorce homicidios; la defensa, por supuesto, sólo arriesga la carta de locura: el preso afirma ser un gladiador de las épocas del Imperio Romano y no hay manera fácil de saber si miente de modo descarado o si en verdad lo cree. Curiosamente, algo similar ocurre en ciertas páginas de VALIS, la novela definitiva de Philip K Dick, en la que un ciudadano de la Roma de los primeros años del cristianismo se fusiona con un escritor de ciencia-ficción de los años 70 del siglo XX.
El recurso del blanco y negro (que recuerda un poco a la legendaria Sin City, de Frank Miller) le va como anillo al dedo a esta historia breve y directa (alguna metáfora vinculada al combate cuerpo a cuerpo sería muy adecuada para caracterizar su tono narrativo) tramada en torno a oposiciones como ficción-realidad, pasado-presente, locura-cordura, verdad-mentira; el final, quizá un poco repentino, abre un contexto mayor -mucho mayor, de hecho- que resuelve la situación -o la complica aun más-.
Cena con amigos, escrita por Santullo y dibujada por Marcos Vergara (no confundir con Matías Bergara) es, a primera vista, un relato costumbrista centrado en un grupo de amigos, esas amistades que sobreviven a los años, a las diferencias de carácter, ideología u objetivos, y que incluyen siempre alguna historia de amor olvidada o tratada de olvidar. En este contexto hay una muerte: uno de los amigos aparece muerto en su bañera después de una cena con final tormentoso; la narración, que sigue las vidas de los seis amigos, sus pasados y sus encuentros, parece enroscarse en torno a un relato policial que nunca vemos con claridad. Es un acierto de Rodolfo Santullo este juego con los géneros narrativos, de hecho muy a la manera de otras de sus producciones, la ya mencionada novela gráfica Los últimos días del Graf Spee (en la que una trama de intriga a lo Hitchcock se articula con una narración a la manera de la novela histórica o, hilando más fino, con cierta ucronía sutil a la manera de Neal Stephenson, que también juega de un modo muy inteligente con la novela histórica, el policial y la ciencia-ficción), por ejemplo, o la novela Cementerio norte.
Cena con amigos fue originalmente publicada, en formato tira semanal, en el blog Historietas reales (www.historietasreales. wordpress.com), pero no sufre para nada su metamorfosis en libro; de hecho, los añadidos a esta edición, como los personajes dibujados por Max Aguirre para su prólogo y las “fotografías” del grupo de amigos en la primera página, retratados en momentos diversos de sus vidas, aportan una dimensionalidad extra a la historia.
Ramiro Sanchiz
1/10/2010
La Liga Final y nueva crítica de "Cena con Amigos" en La Bitácora de Maneco
Disculpen el atraso! La semana que viene empieza la tanda Santullo+Bergara.
PLATO PRINCIPAL
Lo voy a decir de entrada para dejarlo bien en claro. Rodolfo Santullo, guionista de esta verdadera obra maestra que es Cena con amigos, es (valga la redundancia) amigo de la casa. Así que si piensan que todo lo que voy a escribir estará influido por este sentimiento, es posible que tengan razón. Aunque, de cualquier manera, no hace falta ser amigo de ninguno de los autores de esta historieta para quedar atrapado en las redes emocionales que este grupo de personajes hiperrealistas teje entre platos caseros y abundante bebida. Si son de los que han seguido el cómic durante su serialización originaria en el blog Historietas Reales por algo más de un año, ya saben de qué estoy hablando. Si no, gracias a la coedición rioplatense de la uruguaya Belerofonte y la argentina Loco Rabia, tendrán ahora la oportunidad de acceder de un tirón a esta maquinaria de relojería suiza parida por Santullo y el dibujante Marcos Vergara.
Vistiendo el disfraz del costumbrismo urbano, los autores nos introducen (sin prisa pero sin pausa) en una trama policial de fuerte impronta psicológica, donde nada es lo que parece ser. Ni siquiera las apariencias. Y es el clima, por momentos festivo y distendido, por otros agobiante y de una sutil violencia contenida, el encargado de manipular nuestros sentidos. Porque hay muchas (demasiadas) preguntas; y miles de respuestas para cada una de ellas. Si hasta logran hacernos partícipes (¿cómplices?) de un crimen que puede no haberse cometido. O sí. No importa mucho, porque lo trascendente no es la forma en que la Muerte se enseñorea sobre el relato, sino su función como disparador narrativo, como gran ordenador final.
A esta altura, Santullo ya se ha convertido en un dialoguista sin parangón, cargando las voces y el habla popular de los personajes con signos y puntos de vista que van a ir modificándose al tiempo que la información que les (y nos) faltaba va entrando en escena para completar el cuadro. Cena con amigos tiene, a mi entender, dos grandes temas latiendo en su interior: El más humano de los sentimientos, la contradicción; y el efecto demoledor del paso del tiempo sobre los lazos afectivos. ¿Cómo aquello que nos unió puede separarnos? ¿Tan relativas son las cosas, tan frágiles los vínculos? ¿Hacemos aquello que no queremos hacer porque ya no somos aquellos que fuimos, aunque pretendamos que lo seguimos siendo tan sólo por repetir ceremonias que hacíamos cuándo realmente éramos aquellos que ya dejamos de ser?
Hay algo peor que la muerte. La sospecha.
Y hay algo peor que la sospecha. El conocimiento de la verdad.
Sobre todo si la verdad implica aceptar que el monolítico castillo de nuestras certezas estaba asentado sobre un tembladeral.
¿Qué cómo se hace para seguir adelante?
Fernando Ariel García
Disculpen el atraso! La semana que viene empieza la tanda Santullo+Bergara.
PLATO PRINCIPAL
Lo voy a decir de entrada para dejarlo bien en claro. Rodolfo Santullo, guionista de esta verdadera obra maestra que es Cena con amigos, es (valga la redundancia) amigo de la casa. Así que si piensan que todo lo que voy a escribir estará influido por este sentimiento, es posible que tengan razón. Aunque, de cualquier manera, no hace falta ser amigo de ninguno de los autores de esta historieta para quedar atrapado en las redes emocionales que este grupo de personajes hiperrealistas teje entre platos caseros y abundante bebida. Si son de los que han seguido el cómic durante su serialización originaria en el blog Historietas Reales por algo más de un año, ya saben de qué estoy hablando. Si no, gracias a la coedición rioplatense de la uruguaya Belerofonte y la argentina Loco Rabia, tendrán ahora la oportunidad de acceder de un tirón a esta maquinaria de relojería suiza parida por Santullo y el dibujante Marcos Vergara.
Vistiendo el disfraz del costumbrismo urbano, los autores nos introducen (sin prisa pero sin pausa) en una trama policial de fuerte impronta psicológica, donde nada es lo que parece ser. Ni siquiera las apariencias. Y es el clima, por momentos festivo y distendido, por otros agobiante y de una sutil violencia contenida, el encargado de manipular nuestros sentidos. Porque hay muchas (demasiadas) preguntas; y miles de respuestas para cada una de ellas. Si hasta logran hacernos partícipes (¿cómplices?) de un crimen que puede no haberse cometido. O sí. No importa mucho, porque lo trascendente no es la forma en que la Muerte se enseñorea sobre el relato, sino su función como disparador narrativo, como gran ordenador final.
A esta altura, Santullo ya se ha convertido en un dialoguista sin parangón, cargando las voces y el habla popular de los personajes con signos y puntos de vista que van a ir modificándose al tiempo que la información que les (y nos) faltaba va entrando en escena para completar el cuadro. Cena con amigos tiene, a mi entender, dos grandes temas latiendo en su interior: El más humano de los sentimientos, la contradicción; y el efecto demoledor del paso del tiempo sobre los lazos afectivos. ¿Cómo aquello que nos unió puede separarnos? ¿Tan relativas son las cosas, tan frágiles los vínculos? ¿Hacemos aquello que no queremos hacer porque ya no somos aquellos que fuimos, aunque pretendamos que lo seguimos siendo tan sólo por repetir ceremonias que hacíamos cuándo realmente éramos aquellos que ya dejamos de ser?
Hay algo peor que la muerte. La sospecha.
Y hay algo peor que la sospecha. El conocimiento de la verdad.
Sobre todo si la verdad implica aceptar que el monolítico castillo de nuestras certezas estaba asentado sobre un tembladeral.
¿Qué cómo se hace para seguir adelante?
Fernando Ariel García
1/02/2010
Cosas varias
A ver, se me han ido acumulando cosas hasta el punto que dudo seriamente de que pueda recordarlas todas. Pero bueno, son más o menos estas:
Con el inagotable Matías Bergara pasamos a integrar (sólo por el verano) el espacio de Los Resortes Simbólicos, invitados por nuestro gran amigo Max Aguirre, a página nueva cada sábado durante todo el verano. Todo esto, donde? Pues en historietasreales.wordpress.com.
Invitado por el amigo Leo Sandler, participo por 6 sábados en el blog de la revista Pamela, con una historieta titulada "El Espejo Empañado", ilustrada por el propio Sandler. A seguir en revistapamela.blogspot.com.
En este mismisimo link: http://comiqueando.com.ar/seccion_detalle.php?seccion=17&id=859 los amigos de Comiqueando Online hacen un balance del 2009 en materia de historietas y destacan la labor conjunta de Belerofonte y Loco Rabia.
Y había más, lo juro, pero bueno, lo dicho. Lo olvidé.
Feliz verano.
A ver, se me han ido acumulando cosas hasta el punto que dudo seriamente de que pueda recordarlas todas. Pero bueno, son más o menos estas:
Con el inagotable Matías Bergara pasamos a integrar (sólo por el verano) el espacio de Los Resortes Simbólicos, invitados por nuestro gran amigo Max Aguirre, a página nueva cada sábado durante todo el verano. Todo esto, donde? Pues en historietasreales.wordpress.com.
Invitado por el amigo Leo Sandler, participo por 6 sábados en el blog de la revista Pamela, con una historieta titulada "El Espejo Empañado", ilustrada por el propio Sandler. A seguir en revistapamela.blogspot.com.
En este mismisimo link: http://comiqueando.com.ar/seccion_detalle.php?seccion=17&id=859 los amigos de Comiqueando Online hacen un balance del 2009 en materia de historietas y destacan la labor conjunta de Belerofonte y Loco Rabia.
Y había más, lo juro, pero bueno, lo dicho. Lo olvidé.
Feliz verano.
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