Ahora
sí, arranco con las reseñas de los libros de historieta argentina
aparecidos en 2017 (algún día iba a llegar) y arranco muy, pero muy
arriba con un librazo devastador: el tercer y último tomo de la Liga del
Mal, con otras seis historias cortas a cargo de (por orden de
aparición) Tony Ganem, Gerardo Baró, Patricio Plaza, Industrias
Lamonicana, Diego Simone y Pablo Tambuscio. El prólogo de Rodolfo
Santullo no miente: los seis se superaron respecto de sus aportes
anteriores a esta antología. Quizás por la posibilidad de encarar
historias un poco más extensas (16 páginas contra 12 que tenían antes), o
quizás porque simplemente están más afianzados en esto de contar
historias inclasificables en este maravilloso medio, en el que los seis
corren con la ventaja de ser excelentes dibujantes.
Ganem reincide en su zona de confort: una supuesta aventura de fantasía
heroica, a la que llena de chistes y situaciones absurdas realmente
brillantes. Los diálogos están perfectos, la puesta en página tiene
ideas geniales y visualmente no se puede creer.
Baró ensaya un post-holocausto uruguayo, también con muy buenos diálogos
y un dibujo espectacular, un color hermoso, buenas ideas en la puesta
en página y un protagonista sumamente carismático.
Plaza arriesga menos a la hora de armar las secuencias, pero te la clava
en el ángulo con el dibujo, el color y sobre todo con el guión, que es
original y sorprendente. Gran historia.
Lamonicana te atrapa en un thriller bizarro que logró ponerme muy
nervioso. Un misterio, una obsesión, un relato que se despliega en dos
tiempos distintos pero en un mismo lugar, notablemente resuelto y con
los mejores diálogos del libro.
Simone finge contarte “una de acción”, pero por detrás de la acción urde
una trama magnífica de vínculos entre personajes a los que YA quiero
ver volver. Acá hay cameos de varios personajes de la Liga y un nivel de
experimentación en la narrativa que te hiela la sangre.
Finalmente llega Tambuscio a tirarte la fatality, con una historieta
PERFECTA (otra vez) que combina amor y horror, nostalgia y obsesión,
dibujada como la hiper-concha de Dios. Si sos veterano y fan de Serú
Girán, esta historia te agarra el alma, te la abolla como si fuera una
servilletita de pizzería crota y te la tira al agüita del cordón de la
vereda. Una maravilla, posta.
No me alcanzan las palabras para recomendar esta antología y una vez
más, pido a gritos nuevas obras de estas seis bestias que ya se ganaron
un lugar en la historia grande de la historieta argentina.
Y como siempre, prometo volver con nuevas reseñas ni bien tenga un par de libros más ya leídos. Ci vediamo.
Andrés Accorsi
http://365comicsxyear.blogspot.com.uy/2017/10/con-este-ritmo-loco.html
11/23/2017
9/22/2017
"Luces de Neón" en Escribiendo contra el tiempo
lunes, 28 de agosto de 2017
Te recomiendo un libro #4
Autor: Rodolfo Santullo (1979, México DF, México)
Fecha de publicación: 2016
Páginas: 144
Sinopsis: En una noche en la playa, el argentino Pablo Gorland
Su hermana, Irene, contrata al ¿investigador?, ¿sicario?, Harrison
Rey para encontrar a los culpables. Pero las razones de esta historia
bien pueden encontrarse treinta años atrás, en un robo pergeñado a la
salida mismo de la Dictadura.
Santullo trae de regreso al inescrupuloso Harrison Rey para
desentrañar una trama de traiciones, asaltos frustrados, venganzas,
codicia y sueños rotos donde, por supuesto, los límites entre el bien y
el mal son imperceptibles.
Leí este libro gracias al #Clubdelectura.uy, pues sabía que íbamos a
tener la charla con el autor el 29 de junio. Fue Stephanie quien me
proporcionó la copia, con la idea de conocer un poco más al autor antes
de formar parte del encuentro. Como ya he mencionado otras veces en el
blog, estos últimos años, especialmente este último, he estado sufriendo
de trastornos del sueño, ansiedad y depresión, lo que lamentablemente
me ha dejado exhausta y sin energías, también me resulta muy difícil
concentrarme en una lectura, por lo que he leído muy poco y si me voy a
sentar a leer prefiero saber de antemano si el libro tiene cualidades
que me pueden gustar o no, para hacer más amena la lectura. En este caso
sabía muy poco, salvo que era novela negra, o al menos una novela que
toca temas compartidos con la novela negra, y que era un libro corto y
tenía muy pocos días para leerlo. ¡Sin presiones!
Es muy difícil hablar de un libro que basa su trama en el misterio sin crear spoilers, así que voy a evitarlo lo más posible. Pero sí puedo decir que la trama del libro te empuja a consumir la siguiente página para conocer un poco más de todo el asunto. Sin ser una apología de los criminales sí crea una imagen humana y realista de ellos, dándoles es tan pocas páginas la posibilidad de ser detestados, temidos y comprendidos.
Personalmente creo que es una historia redonda, que te da una mirada fresca del género, sin convertirse en una historia necesariamente oscura (aunque tenga elementos de lo más espeluznantes). La prosa es absolutamente impecable, sin duda hija de uno de los mejores escritores nacionales que tenemos en este momento. Les invito a leerlo, especialmente si están en un bloqueo lector, pues se consume con facilidad.
Este libro se puede encontrar con facilidad en las librerías, y si no lo encuentran, ¡recuerden que preguntarle a su librero no es un pecado!
9/11/2017
"Luces de Neón" en Al Filo de los Hojas
Luces de neón - Reseña
Datos del libro:
Autora: Rodolfo Satullo
Páginas: 144
Editorial: Estuario Editora
Año de publicación: 2016
Género: Policial/Suspeno
Mas información aquí.
Sinopsis:
Autora: Rodolfo Satullo
Páginas: 144
Editorial: Estuario Editora
Año de publicación: 2016
Género: Policial/Suspeno
Mas información aquí.
Sinopsis:
«En una noche en la playa, el argentino Pablo Gorland —devenido en
empresario que intenta reconstruir un viejo hotel casino en Atlántida—
recibe una brutal golpiza que lo deja al borde de la muerte. Su hermana,
Irene, contrata al ¿investigador?, ¿sicario?, Harrison Rey para
encontrar a los culpables. Pero las razones de esta historia bien pueden
encontrarse treinta años atrás, en un robo pergeñado a la salida mismo
de la Dictadura.
Santullo trae de regreso al inescrupuloso Harrison Rey para desentrañar
una trama de traiciones, asaltos frustrados, venganzas, codicia y sueños
rotos donde, por supuesto, los límites entre el bien y el mal son
imperceptibles».
Opinión personal:
Este es un libro que me ha encantado, sobre todo me sorprendió conocer a
un autor nacional que escribe novela negra ambientada en Uruguay.
También, gracias al Museo Zorrilla que realiza el ciclo de charlas con
autores, tuvimos la oportunidad de poder hablar con él y saber un poco
más sobre sus trabajos.
Fuente |
La trama se empieza de forma muy arrolladora, ya que la historia de
divide en dos tiempos que se intercalan entre un capítulo y otro de la
novela. Por un lado se sitúa en el presente, donde un argentino que va a
hacer una restauración de un viejo casino de Atlantida, recibe una
paliza que lo deja en un estado grave. Su hermana contrata a un
investigador un tanto estrafalario, Harrison Rey, para descubra los
motivos que llevaron a estos delincuentes hicieran esa matanza. Por
otro, muestra la historia de los delincuentes que pretenden planear un
robo en el mismo casino, tiempo atrás cuando este se encontraba
funcional.
Lo que me gusto mucho al empezar esta novela es como te empieza a
introducir de lleno en lugares conocidos y con la forma de hablar de los
personajes. Me sentía tal cuál en el balneario que tanto me gusta
recorrer. Uno de los detalles que me hizo dudar fue el casino, que
después el escritor explica que en realidad (tal como lo pensaba) en su
libro es algo ficticio, aunque queda perfectamente bien colocado en la
historia.
Fuente |
Y ese final me dejo helada. Para que se hagan una idea, me estaba comiendo las uñas por que más cerca de un cuarto de la novela comencé a entender como es que estaban yendo las cosas. Lo bueno es que me saqué las ganas de preguntarle al autor si pretendía hacer una continuación de las aventuras de este personaje y nos lo confirmo (imagínense que salté de mi silla de la felicidad que me dio el saber que no se quedaba ahí el asunto).
En resumen, si quieren conocer a un escritor uruguayo que escriba policial y novela negra, este es el adecuando. Juega mucho con lo cotidiano y el humor. También ha realizado otras novelas y novelas gráficas que tienen muy buena pinta, como por ejemplo El club de los ilustres, Zitarrosa, entre otros más.
8/15/2017
"Liga del Mal: La cuenta final" en Revista NAN
LIGA DEL MAL. LA CUENTA FINAL (V.V.A.A)
Diego Simone, Patricio Plaza, Tony Ganem (junto a Manu Perotti ), Gerardo Baró, Industrias Lamonicana y Pablo Tambuscio son la Liga del mal, y juntos crearon un un libro que recopila seis historias de géneros entrecruzados —ciencia ficción, terror y artes marciales en grandes dosis— con la fantasía y el humor como común denominador. Cada uno de los relatos, magníficamente dibujados, es un pequeño viaje al mundo fantástico que proponen los autores de Liga del mal. La cuenta final, lleno de homenajes y easter eggs: desde la nueva carne de David Cronenberg hasta el cine satánico-experimental de Kenneth Anger, pasando por Kung fu Panda, Mad Max, Kung fury o La odisea de Homero.
Si somos sinceros no nos queda otra que reconocer que ninguna de las historias es demasiado original. Más bien parecen cartas de amor al mejor cine fantástico, a las historietas de aventuras y al pulp más refinado, pero como en las mejores obras pop: cuando el viaje es tan alucinante y divertido —y sobre todo bien narrado—, la originalidad es lo que menos importa. Este último capítulo de Liga del Mal, editado por Loco Rabia, es 100 por ciento disfrutable, entretenido y variado. Y eso es todo lo que los lectores esperamos de un libro de historietas. /Marcelo_Acevedo.doc
7/17/2017
"Hostil y Abjecto" en 365 Cómics por Año
Y
me vengo, como ya es costumbre, a Argentina, de la mano de la enésima
publicación aparecida en el segundo semestre de 2016. Hostil y Abyecto
es el único trabajo extenso que le conozco a Fernando Baldó en el rol de
autor integral, y la verdad que es una gratísima sorpresa. Además del
dibujo prolijo, elegante, muy realista y a la vez muy expresivo que uno
espera normalmente en una historieta de Baldó, acá tenemos a un autor en
estado de ebullición, dispuesto a volcar en la página lo más oscuro, lo
más jodido, lo más urgente de su mundo interior.
No quiero contar nada del argumento, pero sí advertir que Hostil y Abyecto cruza un montón de límites. Es un comic transgresor y provocativo en un montón de aspectos, revulsivo en otros y hasta revolucionario, si se quiere. Tiene ese final perfecto, que le canta "quiero retruco" al final de la etapa de Grant Morrison en Animal Man, pero hasta que llegás ahí te pega tantos sopapos y tantas patadas en la entrepierna, que ya creés que estás preparado para cualquier cosa. Hay que estar muy jugado para animarse a escribir una historia como esta.
Como detalle anecdótico, Baldó usa las caras de un montón de gente del medio de la historieta argentina para los personajes secundarios e incidentales. Podríamos estar tres párrafos enumerando a dibujantes, guionistas y periodistas especializados cuyos rasgos se pueden detectar entre el elenco de Hostil y Abyecto. A mí me toca aparecer en esa secuencia del fulbito (páginas 55 a 57), incluso con diálogos en los que Baldó me hace decir varias boludeces de las que digo habitualmente en la vida real. Supongo que este, y un montón de otros “chistes internos”, no le suman absolutamente nada al lector “de a pie” que no conoce a los “referentes” del ámbito de la historieta, pero a mí me causó mucha gracia, sobre todo la aparición de Javi Hildebrandt como modelo de ropa interior.
Si creés que ya leíste todo y que ya nada te puede sorprender, probá con Hostil y Abyecto. Te vas a encontrar con una historieta de altísimo impacto, profunda, perturbadora y con grandes chances de generar adicción, y un deseo irrefrenable de volverla a leer varias veces.
Andrés Accorsi
http://365comicsxyear.blogspot.com.uy/2017/07/otra-noche-de-miercoles.html
No quiero contar nada del argumento, pero sí advertir que Hostil y Abyecto cruza un montón de límites. Es un comic transgresor y provocativo en un montón de aspectos, revulsivo en otros y hasta revolucionario, si se quiere. Tiene ese final perfecto, que le canta "quiero retruco" al final de la etapa de Grant Morrison en Animal Man, pero hasta que llegás ahí te pega tantos sopapos y tantas patadas en la entrepierna, que ya creés que estás preparado para cualquier cosa. Hay que estar muy jugado para animarse a escribir una historia como esta.
Como detalle anecdótico, Baldó usa las caras de un montón de gente del medio de la historieta argentina para los personajes secundarios e incidentales. Podríamos estar tres párrafos enumerando a dibujantes, guionistas y periodistas especializados cuyos rasgos se pueden detectar entre el elenco de Hostil y Abyecto. A mí me toca aparecer en esa secuencia del fulbito (páginas 55 a 57), incluso con diálogos en los que Baldó me hace decir varias boludeces de las que digo habitualmente en la vida real. Supongo que este, y un montón de otros “chistes internos”, no le suman absolutamente nada al lector “de a pie” que no conoce a los “referentes” del ámbito de la historieta, pero a mí me causó mucha gracia, sobre todo la aparición de Javi Hildebrandt como modelo de ropa interior.
Si creés que ya leíste todo y que ya nada te puede sorprender, probá con Hostil y Abyecto. Te vas a encontrar con una historieta de altísimo impacto, profunda, perturbadora y con grandes chances de generar adicción, y un deseo irrefrenable de volverla a leer varias veces.
Andrés Accorsi
http://365comicsxyear.blogspot.com.uy/2017/07/otra-noche-de-miercoles.html
7/14/2017
"Forty Coffins" en Broke Horror Fan
Most adaptations of Bram Stoker’s Dracula gloss over the events aboard the Demeter, the Russian schooner that brings the titular vampire and his coffins full of soil to England. Forty Coffins, a Space Goat Publishing comic book, tells the story of the voyage from the ship crew’s point of view. It’s written by Rodolfo Santullo, as inspired by Stoker’s novel, and illustrated by Jok.
Set in 1889, Forty Coffins begins as the Demeter sails into the bay of Whitby, England. Despite its rapid speed and the stormy weather, the ship manages to traverse the reef and stop safely at the shore. Locals are shocked to discover no crew aboard aside from the deceased captain, who’s tied to the wheel. They find the ship’s log, which tells the bulk of the story - carrying over the epistolary format of Stoker’s influential novel.
The vessel’s nine-man crew are being handsomely compensated to transport boxes of dirt by a mysterious employer, but tensions run high as they believe someone - or something - is on board with them. Crew members begin disappearing one by one while the excursion hits a never-ending barrage of storms, fog, and rough seas. Meanwhile, there are sightings of a disappearing stowaway. Captain Strogoff, the weathered commander of the Demeter, is at a loss.
If the cover of the book didn’t tout Forty Coffins as “Dracula on the high seas!” those unfamiliar with the source material may mistake it for something of a haunted house at sea, as Dracula doesn’t show up in his recognizable form until about three quarters of the way through. That’s not a knock on the comic; this horror story is most effective by keeping the boogeyman in the shadows.
Perhaps I’m projecting my own tastes onto the material, but Forty Coffins brought to mind two of John Carpenter’s classic films. The all-male crew, isolated and increasingly paranoid about a monster, is reminiscent of The Thing. And it’s impossible not to be reminded of The Fog when seeing Jok’s eerie illustrations of the large ship enshrouded in a green-tinted mist.
Forty Coffins is a “one and done” one-shot comic, wrapped up in 56 pages (including several pages with early sketches and more). While I enjoy the self-contained nature of the story, I would love to see Santullo and Jok tackle more of Stoker’s Dracula. Santullo offers a fresh take on the familiar material while remaining respectful to its roots, and Jok brings the Gothic atmosphere to life with his artwork.
Alex DiVincenzo
Forty Coffins is available now via Space Goat Publishing.
7/13/2017
"Viejos Canallas" en 365 Cómics por Año
En estos días de invierno en los que hizo calor, aproveché para avanzar un poquito con las lecturas.
Loco Rabia recuperó en 2016 un clásico de Carlos Trillo y Cacho Mandrafina gestado a fines de los ´90 y que nunca se había editado en el país. Viejos Canallas es una especie de secuela de Spaghetti Brothers (o Fratelli Centobucchi, como se la conoce en algunos mercados), que se entiende perfectamente sin haber leído esa extensa serie realizada para los semanarios de la ex-Eura entre 1993 y 1997. Obviamente si leíste todo Spaghetti Brothers pescás un montón de referencias que hace Trillo en esta obra, pero al mismo tiempo, algunas de las cosas que vemos acá pueden parecerte redundantes. O sea que no sé si es mejor o peor haber leído Spaghetti Brothers.
Viejos Canallas, ambientada 25 ó 30 años después de la serie original, es una gran historia en sí misma. No sólo un cierre perfecto para la saga de estos cinco hermanos con muchos guiños a la etapa anterior. El personaje de James es el menos atractivo, y Trillo lo usa para guiar al lector por el mundo tragicómico de la familia Centobucchi, donde lo que sobra son los personajes fascinantes. Incluso con un personaje menos que en Spaghetti Brothers (porque Frank está muerto), la trama familiar que urde Trillo te atrapa desde el principio y te mantiene entusiasmado hasta el final gracias a un amplio arsenal de recursos y golpes de efecto entre los cuales destaco uno: la crueldad. Esta es una obra del Trillo jodido, el Trillo mala leche, políticamente incorrecto, capaz de regodearse en la peor mierda. El personaje de Amerigo Centobucchi (lejos, el más importante, pese a que no llega vivo al final) es el clásico personaje de este Trillo maligno: violento, depravado, sórdido, perverso, 100% irredimible ni siquiera cuando los años lo reducen a ser un viejito hecho mierda. Y el manejo apabullante del humor negro que despliega Trillo logra que las atrocidades que hace Amerigo nos causen gracia, mucha gracia, lo cual es un montón.
Hay muchísimos más logros en los guiones de Viejos Canallas, pero me quiero concentrar en el dibujo de Mandrafina, rarísimo para una obra que se publicó por primera vez en Francia. Pocos fondos, muchos primeros planos, mayoría de páginas de seis cuadros… todo muy bien dibujado, pero a años luz de lo que compran habitualmente los editores franceses. Y en los flashbacks, Cacho se va a la mierda, mal. Ahí cambia el claroscuro y la mancha por un trazo más fino, más complejo, muy basado en unas tramas exquisitas, dignas del mejor Enrique Breccia. Los guiones lo obligan a saltar todo el tiempo entre la década del ´30 y fines de los ´50 y Cacho salta sin problemas, siempre con un manejo impecable de la documentación. Un trabajo hermoso de este virtuoso del Noveno Arte.
Andrés Accorsi
http://365comicsxyear.blogspot.com.uy/2017/06/lecturas-de-invierno-con-calor.html
Loco Rabia recuperó en 2016 un clásico de Carlos Trillo y Cacho Mandrafina gestado a fines de los ´90 y que nunca se había editado en el país. Viejos Canallas es una especie de secuela de Spaghetti Brothers (o Fratelli Centobucchi, como se la conoce en algunos mercados), que se entiende perfectamente sin haber leído esa extensa serie realizada para los semanarios de la ex-Eura entre 1993 y 1997. Obviamente si leíste todo Spaghetti Brothers pescás un montón de referencias que hace Trillo en esta obra, pero al mismo tiempo, algunas de las cosas que vemos acá pueden parecerte redundantes. O sea que no sé si es mejor o peor haber leído Spaghetti Brothers.
Viejos Canallas, ambientada 25 ó 30 años después de la serie original, es una gran historia en sí misma. No sólo un cierre perfecto para la saga de estos cinco hermanos con muchos guiños a la etapa anterior. El personaje de James es el menos atractivo, y Trillo lo usa para guiar al lector por el mundo tragicómico de la familia Centobucchi, donde lo que sobra son los personajes fascinantes. Incluso con un personaje menos que en Spaghetti Brothers (porque Frank está muerto), la trama familiar que urde Trillo te atrapa desde el principio y te mantiene entusiasmado hasta el final gracias a un amplio arsenal de recursos y golpes de efecto entre los cuales destaco uno: la crueldad. Esta es una obra del Trillo jodido, el Trillo mala leche, políticamente incorrecto, capaz de regodearse en la peor mierda. El personaje de Amerigo Centobucchi (lejos, el más importante, pese a que no llega vivo al final) es el clásico personaje de este Trillo maligno: violento, depravado, sórdido, perverso, 100% irredimible ni siquiera cuando los años lo reducen a ser un viejito hecho mierda. Y el manejo apabullante del humor negro que despliega Trillo logra que las atrocidades que hace Amerigo nos causen gracia, mucha gracia, lo cual es un montón.
Hay muchísimos más logros en los guiones de Viejos Canallas, pero me quiero concentrar en el dibujo de Mandrafina, rarísimo para una obra que se publicó por primera vez en Francia. Pocos fondos, muchos primeros planos, mayoría de páginas de seis cuadros… todo muy bien dibujado, pero a años luz de lo que compran habitualmente los editores franceses. Y en los flashbacks, Cacho se va a la mierda, mal. Ahí cambia el claroscuro y la mancha por un trazo más fino, más complejo, muy basado en unas tramas exquisitas, dignas del mejor Enrique Breccia. Los guiones lo obligan a saltar todo el tiempo entre la década del ´30 y fines de los ´50 y Cacho salta sin problemas, siempre con un manejo impecable de la documentación. Un trabajo hermoso de este virtuoso del Noveno Arte.
Andrés Accorsi
http://365comicsxyear.blogspot.com.uy/2017/06/lecturas-de-invierno-con-calor.html
7/12/2017
"Liga del Mal" en Tierra de Sueños y Pesadillas
Comics: Liga del Mal Volumen Volumen 1 al 3
Dibujo: Liga del Mal
Editorial: Llanto de Mudo (tomos 1 y 2), LocoRabia-Grupo Belerofonte (tomo 3)
La Liga del Mal es un grupo de seis artistas todo terreno
(Gerardo Baró, Tony Ganem, Ricardo “Lamonicana”, Patricio Plaza, Diego Simone y
Pablo Tambuscio) que en el 2012 se juntaron en un chat de Facebook a boludear
entre amigos y de repente estaban produciendo historietas, una página
por semana cada uno, con temáticas e historias independientes de lo
que hacían los demás. Cada vez que se completaba un ciclo de historias se
recopilaba en libros, primero por la añorada Llanto de Mudo y este año, el tercer
y último ciclo, por LocoRabia junto con el grupo Belerofonte.
Una aclaración importante es que si esta reseña cumple un poquito su objetivo quién la lea saldrá corriendo como loco a buscar los tres tomos y se encontrará con que el primero esta agotado mal. Tranqui, no es necesario para leer los dos siguientes y esta todo online en el Facebook del grupo.
Una aclaración importante es que si esta reseña cumple un poquito su objetivo quién la lea saldrá corriendo como loco a buscar los tres tomos y se encontrará con que el primero esta agotado mal. Tranqui, no es necesario para leer los dos siguientes y esta todo online en el Facebook del grupo.
Arrancó con Tony Ganem (colaborando con Manu Perotti en
guión) que es el único que rompe el molde: sus tres historias se entienden perfecto por si solas
pero tienen los mismos protagonistas y mundo, lo que le da cierta continuidad.
Es una minisaga que se toma en solfa todos y cada uno de los clichés del género
de espada y brujería: el aventurero, la aldea azotada por un monstruo, las
tabernas, los dragones, todo pasado por un tamiz de burla que ya arranca con el
protagonista, un pequeño pollo. ¿Sera un guiño a la saga de ‘La Mazmorra’ de Joann
Sfar? Ni idea pero es muy divertido y muy bien dibujado, sobre todo el capitulo del tomo
2 donde Ganem usa dibujo y color tradicional en vez de digital.
Otro que cambia un montón su estilo de dibujo, cada vez a
una línea más depurada, es Diego Simone. Su primera historia, ‘El horror sin
nombre’, es paranoica, zarpada en gore, graciosa y ambigua en la
interpretación, ¿esta pirado Fermín, el niño matador de demonios disfrazados, o
no?
La segunda historia de Simone también se aproxima a una
variante del terror más o menos conocida, la del grupo familiar retorcido,
morboso y lleno de secretos y el misterioso extraño que llega para complicar u
arreglar los quilombos. El protagonista, apodado “el Muerto”, es casi un Dyango
de lo sobrenatural, incluso arrastrando un ataúd por todas partes. No está mal
pero tampoco tiene algo que me volara la cabeza, se me hizo un poco intrascendente.
Sin duda la joya del diamante de Simone es justamente ‘Las
perras diamantes’, una de ciencia ficción muy ciberpunk, muy psicodélica,
sarpada en sexo y con una narrativa y puesta en pagina alucinantes. Si ‘Guro’
(la obra de Simone editada por Szama Ediciones) es la mitad de buena seguro es increíble.
‘Rey del terror’ de Gerardo Baró es un hermoso homenaje a 'Ultraman',
'Godzilla', 'Power Rangers' y cualquier otra bomba mental que nos tiraran los
japoneses en nuestra infancia. El dibujo es limpio, caricaturesco y
espectacular. La vuelta de tuerca al final que además explica todo es genial.
Para el segundo libro Baró en vez de tocar un solo género
hace un mix, una trama similar a la historia de Orfeo (el músico que
baja al inframundo buscando a su amada, sino lo conocen hay que leer ‘Sandman’, carancho) pero
contada en clave de Western mexicano. Cuando la leí la disfrute mucho, cuando entendí
a que referenciaba más aún.
La ultima parte de Baró, ‘Rey de la ruta’, es la dibujada en
estilo más cartoon, bastante reminiscente de Kyle Baker, y con mucho humor (el
uruguayo es glorioso). Tiene emoción, acción, todo. Baró es uno de los artistas
que pega tres gemas de corrido.
Lamonicana arranca con ‘2 Deaths’, una historia llena de
referencias: el protagonista es un pseudo Spirit de Will Eisner pero más
pasado
de rosca, hay una reflexión sobre la evolución del comic mainstream
yanqui y el villano es Jorge Porcel, así de una, nuff said. Los detalles
son geniales; por ejemplo, que varias onomatopeyas son los apellidos de
los otros dibujantes
de la Liga (hay varios guiños cruzados a
lo largo de los tres libros)
La segunda trama “lamonicana”, ‘Dios Devorador’ me hizo reír
un poco pero no me pareció gran cosa.
Al igual que Simone es en la tercera oportunidad donde pone todo y gana como un campeón: ‘Video-home, pesadilla analógica’ es ganchera, creíble, inquietante y es imposible que no guste si alguna vez alquilaron un película en un videoclub. Netflix, shame on you.
Al igual que Simone es en la tercera oportunidad donde pone todo y gana como un campeón: ‘Video-home, pesadilla analógica’ es ganchera, creíble, inquietante y es imposible que no guste si alguna vez alquilaron un película en un videoclub. Netflix, shame on you.
Pablo Tambuscio es otro que hace tres tiros perfectos: ‘Taipei’,
‘Marina’ y sobre todo la brillante ‘Post Mortem’ son tres tramas
escalofriantes, con personajes muy queribles, muy bien caracterizados y
por lo tanto que generan mucha preocupación lo que les pase. El dibujo y
el color es brillante, muy
expresivo y detallista.
Por último me queda Patricio Plaza, cuyas tres historias tienen en común un peso importante de las religiones y sobre todo una evolución fundamental de sus protagonistas. ‘Orgón’ es muy delirante, de ‘Homúnculo’ no terminó de entender la vuelta de tuerca y ‘La logia blanca’ funciona muy bien como metáfora de la aceptación de la identidad sexual. El dibujo en los tomos 1 y 2 me pareció un poco apresurado y descuidado pero en 'La logia....' esta mucho más prolijo y refinado.
Se nota que todos los miembros de la Liga pusieron lo mejor,
metieron todas sus fichas (sobre todo en el tercer tomo) y terminaron
cerrando no una sino tres antologías divertidas, bizarras, muy
espeluznantes por momentos y de un nivel de
calidad altísimo. Sin duda una gran vidriera de autores a tener en
cuenta.
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