12/16/2005

Noche de Museos





La estupenda propuesta del MEC (Ministerio de Educación y Cultura) de abrir los Museos al menos por un día en horarios poco habituales, de 20 a 24 horas, me dio para aprovechar y conocer algunos de los museos montevideanos que siempre estoy por ir y nunca lo hago. Bien informados con los reportes de prensa, nos apersonamos con mi compañera para tomar el omnibús gratis que hacía el circuito por los museos más lejanos, teniendo como primer objetivo el Museo de Artes Visuales en el Parque Rodó.

La cosa no inició bien, a pesar de que la Orquesta de Cámara del Sodre le ponía la mejor onda en el Hall principal. Para empezar un imbécil que oficiaba de estatua viviente dentro del Museo, disfrazado como empleado de MacDonalds, evidentemente como parte de las atracciones "distintas" de este paseo, se despachó con un "Por dos pesos no pensarás que voy a mover el orto, no?" (sic) ante la propina dispensada por este cronista. Confieso que mientras dudaba si cagarlo a tortazos (y terminar conociendo el Museo de la Policía, ya que abundaban los agentes del orden) o concluir que se me había escapado el chiste, mi compañera me llevó a otro lado del Museo, dejando al amable muchacho dispensando bonitos comentarios a las distintas personas que se le acercaban. Esto, sumado al excesivo celo de una funcionaria, "No señale el cuadro" (sic) me pidió frente a un Blanes, al cual yo señalaba a 75 centimetros de distancia, hizo que abandonaramos bastante pronto dicho museo.

El regreso fue bastante ardúo ya que el servicio gratuito de omnibus, haciendole honor a Cuctsa, nos tuvo 40 minutos esperando. Llegamos a la Ciudad Vieja en un 116 pagado de nuestro bolsillo, que también.



Allí la cosa empezó a mejorar y mucho. Se respiraba en la ciudad vieja un ambiente muy festivo, con las calles colmadas de gente y luces. Nuestra primer parada fue el Cabildo de Montevideo, el que no visitaba desde un paseo con la escuela. La ambientación musical corrió a cargo de Santiago Tavella (Cuarteto de Nos) que hacia de DJ en la entrada. Impecable las muestras del Montevideo Colonial y muy simpático el campeonato de futbolito, organizado por el Instituto Goethe en una de las alas del edificio (aunque el olor a sobaco de tanto tipo jugando junto minimizó la visita a dicha ala).



De allí caminamos hasta la casa de Rivera, un museo que yo nunca había visto antes, y que creo incluso que no suele estar abierto al público normalmente. Impresionante también. Más cuadros de Blanes (cuanto pintó este hombre?) y estupendos muebles.

Siguiente parada, el Museo Romantico. El 'tour' por la Ciudad Vieja se volvía mas y mas colonial. Hay que destacar el excelente trato de los funcionarios en los museos de esta zona, amables y atentos todos.



El punto más alto de la noche fue el Palacio Taranco, cuyas fotos adornan todo el Post. Increible. El edificio, los muebles, los cuadros, el patio (que patio, mi Dios...) Todo, incluida la exposición arqueologica que tiene en el subsuelo. Imperdible.



De postre visitamos el Museo Jose Gurvich, que se especializa en pinturas de dicho artista. Muy lindo. Aunque ya ibamos de salida...

Se imaginarán que caí dormido ni bien llegué a casa. 6 Museos en 4 horas!!!!!
Ojalá que para eventos similares se sumen Museos como el Oceanográfico, que siempre es un espectáculo.
Por encima de todo, lo más disfrutable fue la propia Ciudad Vieja, convertida en una fiesta, colmada de gente, super tranquila.
Muy lindo paseo, si sr.

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