Empezamos a recibir las primeras impresiones del cuarto poder al respecto de "El Campito", asi como la emoción de la llegada de un evento importante como es el festival Viñetas Sueltas. A continuación, la reseña sobre el libro de Agrimbau y Gutierrez que hace el diario La Republica, asi como un reporte de Ansa sobre el festival. Queda en el debe la entrevista que el semanario Brecha hiciera a nuestro guionista estrella. Además, inauguramos cabecera en el blog (cortesía de Peter Parker) que, junto a amigos como Fede DaCosta, ha tenido la gentileza de aportar material visual a un tronco total como su seguro servidor. Iremos rotando cabeceras cada tanto.
EL CAMPITO
El Grupo Belerofonte tiene un bien ganado lugar en el panorama artístico uruguayo. Habiendo elegido un género tan despreciado como el cómic, tan poco conocido por el público en general y por lo tanto ta estigmatizado, sus integrantes han demostrado que algunas veces, con talento y pasión, se puede logran un destacable nivel artístico.
Si bien la historia del grupo como tal es por el momento breve, han publicado obras que mantienen un indiscutible parámetro de calidad, aún trabajando con temáticas y autores muy variados, como los emblemáticos Mazzitelli y Alcatena, de Argentina, o el talentoso y reconocido autor uruguayo Renzo Vayra, entre otros.
En esta oportunidad, el Grupo Belerofonte nos ofrece "El Campito", una novela gráfica de los argentinos Diego Agrimbau, guionista ganador del Premio Planeta DeAgostini 2008, y Hernán Gutérrez. La obra narra la historia de tres amigos de doce años de edad, Luis, Pedro y Figaza, y de sus vivencias en la Argentina de la década del ochenta, su aprendizaje y formación de valores y conductas que luego los marcarían inexorablemente.
La reconstrucción de una década de rasgos identitarios muy definidos es adecuada, como así también lo es el desarrollo de la historia, la técnica narrativa y el diseño de personajes y situaciones.
La visión infantil, no exenta de una crueldad inocente pero palpable, la violencia como elemento cotidiano, la prepotencia y las luchas de poder que acercan a estos niños al mundo de los adultos, están retratadas por los autores en forma sobria pero correcta. También los códigos de conducta que imponían lealtades y traiciones, el contacto cercano con la muerte como una rutina más de la vida cotidiana, las primeras relaciones con el sexo opuesto y los juegos aparentemente pueriles pero permeados de un sadismo evidente, son expuestos con prolijidad y eficacia por Agrimbau y Gutiérrez.
"El Campito", es una novela gráfica atendible, que demuestra, una vez más, las amplisimas posibilidades de un género en constante expansión.
La República, 24 de mayo
"NUEVA EDAD DE ORO" EN VIÑETAS EN AMERICA LATINA Y EUROPA
Ansa BUENOS AIRES, 24 (MAYO)- La viñeta está viviendo una "nueva edad de oro" en Europa y América Latina porque la tecnología, y la innovación de técnicas y soportes, hacen que más público deje de verla como un género menor, aunque en países suramericanos todavía conserve un rasgo "artesanal".
En ello coincidieron autores, docentes y editores de ambas regiones, que participan del segundo Festival de Historietas en Buenos Aires, del 25 al 31 de mayo.
Bajo el título "Viñetas sueltas", el Festival cuenta con el patrocinio de las embajadas de Bélgica, Canadá, Francia y Suiza, el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires, el Centro Cultural Recoleta de la capital argentina, el museo MALBA y la sociedad estatal para la acción cultural exterior de España.
"La viñeta en Italia y en todo el mundo está viviendo una nueva edad de oro", consideró Edo Chieregato (Castelmassa, 1971), responsable de animación en la Asociación Cultural Hamelin y del centro Bilbolbul y fundador del proyecto editorial Canicola.
Coincidió su compatriota Andrea Bruno (Catania, 1972), que forma parte del proyecto Canicola, y cuyo trabajo apareció en antologías italianas e internacionales como "Mano", "Black", "Le cheval sans tête" y "Ex abrupto".
El avance de las nuevas tecnologías, a la vez, es una parte del motor que renueva el interés por la viñeta, que tiene por sí misma su "propia fuerza" comunicativa, aportó Paolo Parisi, (Montepulciano, 1980), quien participa de los colectivos "Futuro Anteriore", en el Napoli Comicon, y "Cittá nel margine-Spazio urbano e fumetto", en la Galería de Arte Contemporánea Ta Matete Bolonia.
Algunos colegas suramericanos, que advierten también un crecimiento en la masividad de la historieta -con la aparición de más públicos que la consumen, sellos independientes que la editan y festivales que la promueven- el género en América Latina se encuentra en estado "artesanal".
En sus formas de producción, "actualmente tiene característica de artesanía aunque en el continente hay una profesionalización de jóvenes autores: mejoran el arte y mejoran las ediciones", dijo Rodolfo Santullo, (México, 1979), editor de Grupo Belerofonte.
Para Santullo, cuya novela gráfica "Los últimos días del Graf Spee" ganó los Fondos Concursables del Ministerio de Cultura de Uruguay, la fuerza de la historieta "yace en su estado único de poder combinar imagen y palabra de manera ilimitada".
La aparición de generaciones jóvenes que la producen y consumen es un rasgo que también observa Frank Arbelo (Cuba, 1967), que reside en La Paz, Bolivia, donde es editor de la revista Crash! y coedita la revista Suda Mery K en ese país y también en Argentina y Chile.
Ese interés, subrayó, parece ser ajeno al de editoriales bolivianas, pues el crecimiento de la producción se debe a la creación de autores que autogestionan sus trabajos.
Con la popularidad de Internet, y su lectura hipertextual, la historieta anida esperanzas para el libro como posibilidad en generaciones jóvenes.
"Probablemente será uno de los pocos 'puentes' facilitadores que podrán conducir con éxito a una persona joven a la lectura, a través del estímulo de lo gráfico en las historietas", aventuró Matías Bergara (Montevideo, 1984), que colaboró con Santullo en su novela gráfica.
La supervivencia de la historieta es algo que no debe preocupar, interpretó Carlos Trillo (Buenos Aires, 1943), creador junto a Horacio Altuna de la tira "El loco Chávez".
Trillo -mejor guionista en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona y premio Luca XIII (Italia, 1978)- recordó que autores y lectores de viñetas en América Latina siempre debieron "eludir la línea del miedo" impuesta por las dictaduras.
24/05/2009 17:31
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