Ahora
sí, arranco con las reseñas de los libros de historieta argentina
aparecidos en 2017 (algún día iba a llegar) y arranco muy, pero muy
arriba con un librazo devastador: el tercer y último tomo de la Liga del
Mal, con otras seis historias cortas a cargo de (por orden de
aparición) Tony Ganem, Gerardo Baró, Patricio Plaza, Industrias
Lamonicana, Diego Simone y Pablo Tambuscio. El prólogo de Rodolfo
Santullo no miente: los seis se superaron respecto de sus aportes
anteriores a esta antología. Quizás por la posibilidad de encarar
historias un poco más extensas (16 páginas contra 12 que tenían antes), o
quizás porque simplemente están más afianzados en esto de contar
historias inclasificables en este maravilloso medio, en el que los seis
corren con la ventaja de ser excelentes dibujantes.
Ganem reincide en su zona de confort: una supuesta aventura de fantasía
heroica, a la que llena de chistes y situaciones absurdas realmente
brillantes. Los diálogos están perfectos, la puesta en página tiene
ideas geniales y visualmente no se puede creer.
Baró ensaya un post-holocausto uruguayo, también con muy buenos diálogos
y un dibujo espectacular, un color hermoso, buenas ideas en la puesta
en página y un protagonista sumamente carismático.
Plaza arriesga menos a la hora de armar las secuencias, pero te la clava
en el ángulo con el dibujo, el color y sobre todo con el guión, que es
original y sorprendente. Gran historia.
Lamonicana te atrapa en un thriller bizarro que logró ponerme muy
nervioso. Un misterio, una obsesión, un relato que se despliega en dos
tiempos distintos pero en un mismo lugar, notablemente resuelto y con
los mejores diálogos del libro.
Simone finge contarte “una de acción”, pero por detrás de la acción urde
una trama magnífica de vínculos entre personajes a los que YA quiero
ver volver. Acá hay cameos de varios personajes de la Liga y un nivel de
experimentación en la narrativa que te hiela la sangre.
Finalmente llega Tambuscio a tirarte la fatality, con una historieta
PERFECTA (otra vez) que combina amor y horror, nostalgia y obsesión,
dibujada como la hiper-concha de Dios. Si sos veterano y fan de Serú
Girán, esta historia te agarra el alma, te la abolla como si fuera una
servilletita de pizzería crota y te la tira al agüita del cordón de la
vereda. Una maravilla, posta.
No me alcanzan las palabras para recomendar esta antología y una vez
más, pido a gritos nuevas obras de estas seis bestias que ya se ganaron
un lugar en la historia grande de la historieta argentina.
Y como siempre, prometo volver con nuevas reseñas ni bien tenga un par de libros más ya leídos. Ci vediamo.
Andrés Accorsi
http://365comicsxyear.blogspot.com.uy/2017/10/con-este-ritmo-loco.html