Vamos ya con una de las últimas tanditas de reseñas de este año.
Ahora sí, me toca leer un comic que conseguí en Uruguay y que está escrito y dibujado por autores del país hermano. Rincón de la Bolsa impacta primero por los dibujos: es el primer trabajo importante de Gabriel Serra, un artista que retoma esa línea plástica, fuerte, bien expresiva con la que descolló Matías Bergara, y la adapta con jerarquía a un estilo más pendiente del realismo fotográfico. A veces la foto-dependencia se nota un poco mucho, pero Serra está lejos de sumarse a la horda de los Juan Carlos Flicker que no saben dibujar un fondo, un auto o un teléfono. Da gusto encontrarse con pibes jóvenes con esta calidad y con tanta proyección.
¿Te acordás de La Leona, la serie de Telefé con Nancy Dupláa y Pablo Echarri? Bueno, el guión de Rincón de la Bolsa tiene muchísimos puntos en común con el de La Leona, hasta el detalle de que todo gira en torno a una fábrica textil. La diferencia es que este guión es EXCELENTE. Evidentemente mi amigo Nicolás Peruzzo alcanzó la madurez como guionista y se puede dar el lujo de urdir una trama como esta, que todo el tiempo se siente real, que te atrapa sin golpes de impacto berretas, decorada con diálogos magníficos en los que los personajes reflexionan, tiran conceptos grossos, se enseñan, se aconsejan, o tejen lealtades, amistades y romances ante los ojos del lector. Y sí, varios de esos personajes están puestos en función de que la historia dure 50 páginas y no 24, pero están tan bien trabajados que no hacen más que darle sustancia y espesor al conflicto principal, que –finalmente nos revela Peruzzo- es el que se desarrolla en el foro interno de Jaime Moleda, el protagonista excluyente de la obra. Al final le falta esa pizca mínima de riesgo, como para explicitar mejor el curso de acción que decide tomar Moleda, pero está perfectamente a tono con el ritmo y los climas que generó Peruzzo a lo largo de toda la novela. Si existe la justicia, Rincón de la Bolsa tendría que ser recordada como la mejor historieta uruguaya de 2016, como mínimo.
Ahora sí, me toca leer un comic que conseguí en Uruguay y que está escrito y dibujado por autores del país hermano. Rincón de la Bolsa impacta primero por los dibujos: es el primer trabajo importante de Gabriel Serra, un artista que retoma esa línea plástica, fuerte, bien expresiva con la que descolló Matías Bergara, y la adapta con jerarquía a un estilo más pendiente del realismo fotográfico. A veces la foto-dependencia se nota un poco mucho, pero Serra está lejos de sumarse a la horda de los Juan Carlos Flicker que no saben dibujar un fondo, un auto o un teléfono. Da gusto encontrarse con pibes jóvenes con esta calidad y con tanta proyección.
¿Te acordás de La Leona, la serie de Telefé con Nancy Dupláa y Pablo Echarri? Bueno, el guión de Rincón de la Bolsa tiene muchísimos puntos en común con el de La Leona, hasta el detalle de que todo gira en torno a una fábrica textil. La diferencia es que este guión es EXCELENTE. Evidentemente mi amigo Nicolás Peruzzo alcanzó la madurez como guionista y se puede dar el lujo de urdir una trama como esta, que todo el tiempo se siente real, que te atrapa sin golpes de impacto berretas, decorada con diálogos magníficos en los que los personajes reflexionan, tiran conceptos grossos, se enseñan, se aconsejan, o tejen lealtades, amistades y romances ante los ojos del lector. Y sí, varios de esos personajes están puestos en función de que la historia dure 50 páginas y no 24, pero están tan bien trabajados que no hacen más que darle sustancia y espesor al conflicto principal, que –finalmente nos revela Peruzzo- es el que se desarrolla en el foro interno de Jaime Moleda, el protagonista excluyente de la obra. Al final le falta esa pizca mínima de riesgo, como para explicitar mejor el curso de acción que decide tomar Moleda, pero está perfectamente a tono con el ritmo y los climas que generó Peruzzo a lo largo de toda la novela. Si existe la justicia, Rincón de la Bolsa tendría que ser recordada como la mejor historieta uruguaya de 2016, como mínimo.
Andrés Accorsi