¡Háganlo libro! – “Escenas perdidas”, de Rodolfo Santullo y Matías Bergara – Historieta uruguaya
Historieta Paradiso
Publicada los jueves en el sitio web Rou Movie, “Escenas perdidas” es una maravillosa tira cómico-cinéfila con guión de Rodolfo Santullo y dibujos de Matías Bergara (que como dupla han publicado ya las novelas gráficas Los últimos días del Graf Spee, Acto de guerra y Dengue).
Esta historieta está construida a partir de la parodia-homenaje, y ese
tono alcanza no solo a las propias películas (escenas inolvidables,
bandas sonoras resonantes, frases imborrables), sino también -aunque en
menor medida- al mundillo del cine por el que deambulan actores,
actrices, directores, productores. Los films sobre los que trabaja el
dúo son en general muy conocidos, por motivos diversos: a veces se trata
de clásicos de clásicos (“Nosferatu” de Murnau), a veces de tanques
hollywoodenses (“Titanic”), a veces de obras de culto (“Carne”, con la
Coca Sarli, o “Donnie Darko”). Lo cierto es hay para todos los gustos,
porque ningún género escapa al ojo crítico de Santullo y Bergara: desde
superproducciones superheroicas muy recientes como “X-Men Origins:
Wolverine” hasta glorias del western como “La diligencia”, pasando por
“El perfecto asesino”, “El exorcista” o “Duro de matar”.
Si bien el desconocimiento de las fuentes
puede llegar a atenuar o diluir el efecto cómico de estas reversiones,
se trata de obras que ya forman casi parte del inconciente colectivo
(las películas son la nueva “mitología griega”, un poco como los
superhéroes son los nuevos héroes mitológicos), y las escenas elegidas
por los autores son sumamente icónicas. Además, en la última viñeta se
agrega en un recuadro algún dato de trivia o una breve ficha
técnica con título original, año de estreno y director. La variación de
las escenas a través del humor vuelve estas viñetas verdaderas críticas
ficcionalizadas, o storyboards hechos en broma, o cinematográficos bloopers
eliminados del corte final o, por qué no, secuencias de fotogramas
prohibidas por censores amargos. El formato horizontal de las tiras
remite a la forma de la gran pantalla, pero sin olvidar las
posibilidades narrativas de la historieta como lenguaje: los cuadritos
cambian sus contornos en función de lo que se cuenta, para lograr un
cierto efecto (más de uno en muchos casos), y los múltiples encuadres y
planos utilizados nos recuerdan la siempre compleja retroalimentación
entre historieta y cine.
Las tiras destilan, por un lado, un
amoroso respeto por la obra original, respeto que se basa indudablemente
en un profundo conocimiento del séptimo arte del que hacen gala los
autores; por otro, un espíritu lúdico a lo Gustavo Sala, a quien la
admiración por los personajes que toma como materia para sus tiras
(Charly García, Luis Alberto Spinetta, etc.) no le impide encontrar
resquicios donde dar rienda suelta a su humor ácido e irónico. Uno de
los principales recursos humorísticos de Santullo para recrear estas
escenas cruciales de películas es, justamente, la ironía o la
observación irónica (como en “Gremlins” o “Carne”), que muchas veces
adquiere también la forma del ridículo, en el que inevitablemente caen
varios de los personajes parodiados: así en “La naranja mecánica”,
“Matrix”, “Bullitt”. En otros casos recurre al absurdo, como en
“Jurassic Park”, o al giro inesperado, como en “Titanic”, o a la
explicitación, como en “Lost Highway” de David Lynch. Y Matías Bergara
completa esas astucias del guionista como un sublime director de arte.
Bergara
descuella en todos y cada uno de los aspectos gráficos que una obra de
estas características requiere: en la logradísima caricatura de actores,
actrices y directores; en la ambientación, que no escatima fondos ni
detalles cuando son necesarios para captar lo esencial de un momento de
película; en el color y los efectos visuales, que recrean a la
perfección el clima de las escenas; en los sutiles aunque notables y
ajustados cambios de estilo de una tira a la otra y a veces de una
viñeta a la otra, pero siempre fiel a su propio estilo tan personal; en
los contrastes gestuales de los personajes entre la seriedad original de
los personajes en muchas situaciones (casi siempre al principio de la
tira) y las caras de resignación o de vergüenza o de lo que sea que el
remate que cada chiste exige.
Estamos ante otro trabajo de
Santullo-Bergara que deja nuevamente muy satisfechos a los lectores de
historieta, pero también a los espectadores de cine, a la vez que deja a
todos con ganas de muchas más tiras donde la dupla nos muestre esos
contenidos extra que no salen en ningún DVD, por deluxe que sea.
Para acceder a las tiras de “Escenas perdidas” en Rou Movie, haciendo clic aquí.
Hernán Martignone