Oso Rosello
En este mundo de la historieta me han preguntado más de una vez cómo es posible que yo sienta amigos a gente que no veo más allá de una o dos veces al año, cada vez que viajo a Argentina. Con el Oso Rosello no se harían esa pregunta. El Oso te entraba con bromas, chistes (buenisimos, horribles, miles de chistes, una catarata imparable de chistes) y una sonrisa tan perenne como su buen humor. Era imposible no ser amigo del Oso. Era el compañero ideal para la charla, la cena, la cerveza. Y era un dibujante del carajo, además. Fanático del fútbol, entregado de lleno al hacer historieta, a la Unhil, el Oso era ese colega que siempre esperás ver en cada encuentro, cada evento. Para comentar partidos de fútbol, para hablar de cualquier cosa, para que cruzara una andanada de chiste tras otra con César Carrizo. Para que cantara, imitando a Vicentico. Para que reclamara las mil cervezas ganadas en una apuesta del Gran DT. Para todo eso.
El Oso se nos fue de la manera más injusta posible, con 31 años apenas cumplidos.
Abrazo grande mi amigo. Te vamos a extrañar.
2 comments:
Gracias por el recuerdo. Cada vez que veo una foto suya me parece recuperar un poco su sonrisa otrora infaltable e imprescindible. Soy el hermano de Juan Emilio, tan dolido como cualquiera, tan incopleto como un hermano puede estar sin su querido Oso. Adelmo Rossello.
Adelmo, abrazo grande.
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