Comics: Liga del Mal Volumen Volumen 1 al 3
Dibujo: Liga del Mal
Editorial: Llanto de Mudo (tomos 1 y 2), LocoRabia-Grupo Belerofonte (tomo 3)
La Liga del Mal es un grupo de seis artistas todo terreno
(Gerardo Baró, Tony Ganem, Ricardo “Lamonicana”, Patricio Plaza, Diego Simone y
Pablo Tambuscio) que en el 2012 se juntaron en un chat de Facebook a boludear
entre amigos y de repente estaban produciendo historietas, una página
por semana cada uno, con temáticas e historias independientes de lo
que hacían los demás. Cada vez que se completaba un ciclo de historias se
recopilaba en libros, primero por la añorada Llanto de Mudo y este año, el tercer
y último ciclo, por LocoRabia junto con el grupo Belerofonte.
Una aclaración importante es que si esta reseña cumple un poquito su objetivo quién la lea saldrá corriendo como loco a buscar los tres tomos y se encontrará con que el primero esta agotado mal. Tranqui, no es necesario para leer los dos siguientes y esta todo online en el Facebook del grupo.
Una aclaración importante es que si esta reseña cumple un poquito su objetivo quién la lea saldrá corriendo como loco a buscar los tres tomos y se encontrará con que el primero esta agotado mal. Tranqui, no es necesario para leer los dos siguientes y esta todo online en el Facebook del grupo.
Arrancó con Tony Ganem (colaborando con Manu Perotti en
guión) que es el único que rompe el molde: sus tres historias se entienden perfecto por si solas
pero tienen los mismos protagonistas y mundo, lo que le da cierta continuidad.
Es una minisaga que se toma en solfa todos y cada uno de los clichés del género
de espada y brujería: el aventurero, la aldea azotada por un monstruo, las
tabernas, los dragones, todo pasado por un tamiz de burla que ya arranca con el
protagonista, un pequeño pollo. ¿Sera un guiño a la saga de ‘La Mazmorra’ de Joann
Sfar? Ni idea pero es muy divertido y muy bien dibujado, sobre todo el capitulo del tomo
2 donde Ganem usa dibujo y color tradicional en vez de digital.
Otro que cambia un montón su estilo de dibujo, cada vez a
una línea más depurada, es Diego Simone. Su primera historia, ‘El horror sin
nombre’, es paranoica, zarpada en gore, graciosa y ambigua en la
interpretación, ¿esta pirado Fermín, el niño matador de demonios disfrazados, o
no?
La segunda historia de Simone también se aproxima a una
variante del terror más o menos conocida, la del grupo familiar retorcido,
morboso y lleno de secretos y el misterioso extraño que llega para complicar u
arreglar los quilombos. El protagonista, apodado “el Muerto”, es casi un Dyango
de lo sobrenatural, incluso arrastrando un ataúd por todas partes. No está mal
pero tampoco tiene algo que me volara la cabeza, se me hizo un poco intrascendente.
Sin duda la joya del diamante de Simone es justamente ‘Las
perras diamantes’, una de ciencia ficción muy ciberpunk, muy psicodélica,
sarpada en sexo y con una narrativa y puesta en pagina alucinantes. Si ‘Guro’
(la obra de Simone editada por Szama Ediciones) es la mitad de buena seguro es increíble.
‘Rey del terror’ de Gerardo Baró es un hermoso homenaje a 'Ultraman',
'Godzilla', 'Power Rangers' y cualquier otra bomba mental que nos tiraran los
japoneses en nuestra infancia. El dibujo es limpio, caricaturesco y
espectacular. La vuelta de tuerca al final que además explica todo es genial.
Para el segundo libro Baró en vez de tocar un solo género
hace un mix, una trama similar a la historia de Orfeo (el músico que
baja al inframundo buscando a su amada, sino lo conocen hay que leer ‘Sandman’, carancho) pero
contada en clave de Western mexicano. Cuando la leí la disfrute mucho, cuando entendí
a que referenciaba más aún.
La ultima parte de Baró, ‘Rey de la ruta’, es la dibujada en
estilo más cartoon, bastante reminiscente de Kyle Baker, y con mucho humor (el
uruguayo es glorioso). Tiene emoción, acción, todo. Baró es uno de los artistas
que pega tres gemas de corrido.
Lamonicana arranca con ‘2 Deaths’, una historia llena de
referencias: el protagonista es un pseudo Spirit de Will Eisner pero más
pasado
de rosca, hay una reflexión sobre la evolución del comic mainstream
yanqui y el villano es Jorge Porcel, así de una, nuff said. Los detalles
son geniales; por ejemplo, que varias onomatopeyas son los apellidos de
los otros dibujantes
de la Liga (hay varios guiños cruzados a
lo largo de los tres libros)
La segunda trama “lamonicana”, ‘Dios Devorador’ me hizo reír
un poco pero no me pareció gran cosa.
Al igual que Simone es en la tercera oportunidad donde pone todo y gana como un campeón: ‘Video-home, pesadilla analógica’ es ganchera, creíble, inquietante y es imposible que no guste si alguna vez alquilaron un película en un videoclub. Netflix, shame on you.
Al igual que Simone es en la tercera oportunidad donde pone todo y gana como un campeón: ‘Video-home, pesadilla analógica’ es ganchera, creíble, inquietante y es imposible que no guste si alguna vez alquilaron un película en un videoclub. Netflix, shame on you.
Pablo Tambuscio es otro que hace tres tiros perfectos: ‘Taipei’,
‘Marina’ y sobre todo la brillante ‘Post Mortem’ son tres tramas
escalofriantes, con personajes muy queribles, muy bien caracterizados y
por lo tanto que generan mucha preocupación lo que les pase. El dibujo y
el color es brillante, muy
expresivo y detallista.
Por último me queda Patricio Plaza, cuyas tres historias tienen en común un peso importante de las religiones y sobre todo una evolución fundamental de sus protagonistas. ‘Orgón’ es muy delirante, de ‘Homúnculo’ no terminó de entender la vuelta de tuerca y ‘La logia blanca’ funciona muy bien como metáfora de la aceptación de la identidad sexual. El dibujo en los tomos 1 y 2 me pareció un poco apresurado y descuidado pero en 'La logia....' esta mucho más prolijo y refinado.
Se nota que todos los miembros de la Liga pusieron lo mejor,
metieron todas sus fichas (sobre todo en el tercer tomo) y terminaron
cerrando no una sino tres antologías divertidas, bizarras, muy
espeluznantes por momentos y de un nivel de
calidad altísimo. Sin duda una gran vidriera de autores a tener en
cuenta.
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